Dieciséis grupos ecologistas y animalistas registraron ayer una petición en el Principado de Asturias para que se aplique la ley de caza y se vede el ejercicio cinegético en las zonas del Suroccidente asturiano afectadas por los incendios. En concreto, las asociaciones instan al gobierno a que instaure "de inmediato la veda a la caza" en reservas regionales de caza y cotos regionales, "en todas las áreas donde la superficie quemada supere el 20 por ciento".

Explican que la actividad de caza no solo se debe suspender en las zonas calcinadas, "sino que la precaución debe estar en todas las zonas en las cuales se ha refugiado la fauna, ya que obviamente las quemadas carecen de interés cinegético", matizan. Para proteger estos espacios de refugio y de alimentación de la fauna afectada por los incendios también creen necesario modificar el calendario de cacerías en las zonas oseras que sufrieron el incendio y las que tienen afectada su densidad cinegética y situación ecológica.

Destacan como lugares de especial interés para la puesta en marcha de estas medidas el área de Tablado (Degaña), de la reserva regional de caza de Degaña, en el que se incluyen los montes próximos también a Rebollar y Degaña. Calculan que con este incendio, más los ocurridos en la zona en 2016 y el pasado mes de agosto, suman casi una cuarta parte del concejo quemada. También añaden el área de Gillón, perteneciente a la reserva de caza de Cangas del Narcea, de la que aseguran que con el incendio se ha perdido una tercera parte. Asimismo, apuntan a los concejos de Ibias y Allande. Señalan que en el coto regional de Ibias deberían aplicarse las medidas que exigen por estar "afectado por el incendio de Seroiro- Pradias", subrayan. Igual que en la parroquia del Valledor donde aseguran que "debería suspenderse la actividad cinegética".