Las familias de la localidad parraguesa de Castañera están tan convencidas de que tienen derecho al transporte escolar que, si el Principado suprime la línea que les conecta con los colegios de Arriondas, presentarán un recurso contencioso-administrativo ante un juez. Así lo aseguró ayer Jesús Zazo Miyar, padre de uno de los niños afectados, quien añadió que el asunto ya está en manos de un abogado.

El letrado ve "factible" ganar el recurso para que los 72 niños de los ciclos de Infantil, Primaria y Secundaria que residen en Castañera no tengan que recorrer a pie los 1.800 metros que les separan del colegio "Río Sella" y del Instituto de Enseñanza Secundaria Obligatoria (IESO) "El Sueve", ambos en Arriondas, como hicieron ayer en señal de protesta. La lluvia de primera hora de la mañana no desanimó a las familias para reanudar la marcha y entre ochenta y cien estudiantes y familiares cortaron un carril de la carretera general para llamar la atención sobre su demanda.

No se trata de pedir ni de crear nada nuevo, sino de que los niños puedan seguir subiéndose al autobús que ahora pasa frente a la parada del hospital de Arriondas, pero que ya no para, como lo hacía en cursos anteriores. En junio de este año el Principado promulgó una nueva legislación, que exige vivir en una localidad distinta a la del colegio y que esté a más de 1.500 metros del centro. El caso de Castañera cumple ambas condiciones, por lo que las familias acudieron a pedir ayuda al Ayuntamiento al entender que tenían derecho a transporte. En la primera reunión con responsables del Consorcio de Transportes se descubrió un malentendido: "Nos ubicaban en el barrio de El Castañeu", relata Zazo Miyar antes de añadir que, efectivamente, este barrio se encuentra a menos de 1.500 metros de los colegios. Los responsables regionales acordaron comprobar si había un error en su documentación, pero ahí no acabó la cosa. El día antes de empezar las clases, los padres recibieron una llamada en la que se les comunicaba la suspensión definitiva de la línea. El asunto pasó entonces de la Consejería de Educación a la de Fomento, que lo derivó a la Dirección General de Transportes, donde la semana pasada pidieron al Instituto Nacional de Estadística que certificase "que Castañera era una entidad independiente de Arriondas", describe el padre.

Tras enviar la certificación y un mapa con la ubicación exacta, la Dirección de Transporte requirió "que se delimite exactamente el contorno de Castañera", una documentación que el Ayuntamiento ya preparó y remitió. Ahora en Transporte están pendientes "de que el INE certifique que la documentación que envió el Ayuntamiento se corresponde con la realidad", apunta Miyar, pesaroso porque llevan una semana sin respuesta. Mientras, los niños empezaron ayer la jornada completa, de nueve a doce y media y de dos a tres y media. "Los que tienen que venir a casa, si tienen que ir andando, no les da tiempo", pues les lleva 25 o 30 minutos.

Para algunas familias, la única opción hasta que se solucione es pagar el comedor de su bolsillo, unos 60 euros mensuales. Además, si quisieran que el autobús volviese a detenerse en su parada, tendrían la posibilidad de abonar la tarjeta del Consorcio de Transportes de Asturias, más de 40 euros al mes.