El Consejo de Gobierno dio ayer luz verde a una medida encaminada a facilitar la llegada de los usuarios al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Se trata del soterramiento de ocho líneas de alta tensión, dos de ellas de 50 kilovatios y otras seis de 20 kilovatios, propiedad de Hidrocantábrico. Están afectadas por la construcción de los accesos al complejo sanitario de La Cadellada desde la autovía AS-II en La Corredoria.

La actuación tendrá un coste de 962.222 euros. Según las previsiones del Gobierno regional, los trabajos finalizarán antes de que acabe el presente año. "Este trámite permitirá ejecutar los accesos con mayor agilidad y mantener la previsión de concluir la infraestructura en 2017", indicó el Gobierno en un comunicado.