Un 22 de diciembre, hace ocho siglos, Santo Domingo de Guzmán creó la orden de los dominicos. "Ese día nos aprobaron un proyecto de vida, que dura ochocientos años y que vale la pena", declara José Antonio Rodríguez, párroco de Santo Domingo en Oviedo. Para conmemorar ese aniversario la orden declaró 2016 año de jubileo y ahora, que en España ya está cerrado, es la hora de hacer balance.
-Un año lleno de actividades.
-Hace ochocientos años que nació este proyecto de comunicación y en el jubileo hemos demostrado que la orden está viva. Ha habido congresos, conferencias, misas, pinchos, espichas... todo el año y en todo el mundo. En España, el jubileo acabó el domingo pasado oficialmente, con una misa emitida por Televisión Española desde Atocha. A mediados de enero se dará por cerrado en todo el mundo, con un congreso en Roma y una misa presidida por el Papa.
-A lo largo del año, ¿qué ha tenido más eco en Oviedo?
-Toda la celebración litúrgica, desde la pasada Navidad, ha estado centrada en los ochocientos años predicando y anunciando el Evangelio. Tuvimos una misa con el obispo e invitamos a todas las parroquias de Asturias; hubo una espicha para todos los frailes asturianos que hay por el mundo, y asistieron 47; hubo dos ciclos de conferencias formativas...
-E iniciativas como los desayunos.
-El año jubilar debe tener mucho de solidaridad, el jubileo bíblico significa que se empieza de cero. Ahí surgió la idea, como signo jubilar, de dedicar 400 metros cuadrados de nuestra comunidad a la solidaridad, convirtiendo el antiguo comedor de los frailes en un espacio social con una sala de conferencias, de reuniones y clases de apoyo y una cocina-comedor para ofrecer desayunos a familias que lo necesitan, con un voluntariado que llevan los jóvenes dominicos.
-La de los dominicos es una comunidad religiosa muy enraizada en Oviedo.
-Sí, de eso nos ocuparemos dentro de un año. En 2018 vamos a cumplir quinientos años en Oviedo. En esa fecha yo quisiera organizar un congreso, editar un libro... Hay mucho que recordar. Hay 12 catedráticos de universidad que pasaron por el colegio y antiguos alumnos que han sido altos cargos del gobierno regional, directores de periódico, ingenieros...
-Están tan involucrados en la ciudad que el barrio lleva su nombre.
-La iglesia empezó siendo una iglesia de predicación, luego se montó el colegio, con la Guerra Civil se destruyó, no quedó más que el templo y un poco del claustro. San Melchor vino de crío a estudiar a Oviedo y vivía en la calle Oscura y cuando ya es obispo en Perú piensa en las horas que pasó en la capilla de la Virgen del Rosario planteándose la vocación. Aquí, entre estas bóvedas y estas paredes, estuvo San Melchor rezando.
