Oviedo, J. B.

Antena 3 estrena mañana «Adolfo Suárez, el presidente». La cadena ofrecerá la vida del presidente de la Transición en dos capítulos (el siguiente es el 3 de febrero). Empezará por sus años jóvenes y concluirá cuando Suárez (interpretado por Ginés García Millán) presenta la dimisión como presidente en el mes de enero de 1981; poco después, el 23 de febrero, se produciría el intento de golpe de Estado.

En la vida política de Adolfo Suárez tienen una especial relevancia políticos asturianos como Santiago Carrillo o Torcuato Fernández Miranda, cuyo papel interpreta el actor Mariano Venancio. A Carrillo le da réplica Pep Cortés. En ese período también tuvo un gran peso en la escena política el general Sabino Fernández Campo.

Torcuato Fernández Miranda fue, junto al Rey, uno de los grandes valedores de Suárez para hacer el cambio y dar un primer paso con la ley de reforma política para pasar en tiempo récord (teniendo en cuenta que se habían vivido cuarenta años de dictadura) a la democracia. Pues bien, entre el que entonces era presidente de las Cortes, Fernández Miranda, y don Juan Carlos auparon a Adolfo Suárez a la poltrona central de España para que llevara a buen puerto el plan diseñado.

El resto de intérpretes de la TV movie, que tiene una duración de 75 minutos por episodio, son Toni Acosta (Amparo Illana), Abril Martorell (Jesús Noguero), el general Gutiérrez Mellado (Mario Pardo), Alfonso Armada (Ramón Barea), Felipe González (Luis Rallo), Francisco Franco (Paco Merino) y el Rey Juan Carlos, al que interpreta Fernando Cayo, el mismo que lo hizo para la serie del «20 N».

Las figuras citadas y otras que intervendrán más fugazmente representan fielmente el cuadro político de las distintas épocas de Suárez, que se revisarán en los dos capítulos de la película televisiva. No en vano, todos ellos han tenido un peso decisivo en el futuro de España una vez falleció Franco. Santiago Carrillo era entonces secretario general de PCE y, precisamente, la legalización del partido, «el sábado rojo», fue uno de los momentos más difíciles de Suárez y uno de los motivos por los que tuvo gran presión del ejército. Abril Martorell y el general Gutiérrez Mellado eran sus hombres de confianza. Ambos fueron vicepresidentes, aunque uno ejercía el control de UCD y el otro el de los militares. Aunque no pudieron impedir la caída de su presidente de Gobierno, que finalmente dimitió. La intensa vida política, familiar y personal de Suárez se rodó en ocho semanas en escenarios de Madrid, Segovia y Ávila. Y hay una buena parte que viaja por su vida privada, una vida que también le dio a Suárez grandes disgustos con las enfermedades de su mujer y de sus hijas y la que él mismo padece: alzheimer, esa que borra la memoria, en su caso borra parte de la historia.