El Sporting está lejos aún de ser el equipo que quiere Rubi, pero ayer ya se notó la mano del técnico catalán. Fue más bien una cuestión de detalle, como el tráiler de una película que está por estrenar. A la espera de los guajes Sergio y Jorge Meré, dos pilares sustanciales de este equipo, a los que Rubi confía en recuperar para San Mamés, la primera selección del catalán ofrece algunas pistas.

Para su estreno en el banquillo rojiblanco, Rubi escogió un vestuario juvenil y moderno. Unos zapatos deportivos marrones, vaquero azul y una chaqueta de punto en marrón claro. Hasta el segundo tiempo, no se pertrechó con un plumífero azul y una bufanda. El técnico pasó los noventa minutos de pie en su área técnica. Arrancó discreto, sin grandes gestos y con pocas indicaciones. Pero su fue animando a medida que crecía la tensión, para acabar gesticulando mucho.

Rubi parece un tipo bien educado, que estuvo atento a felicitar a los futbolistas que dejaban el campo y que, al final del choque, no tuvo reparos en salir al centro del campo a felicitar uno por uno a sus futbolistas.

En el poco tiempo de que dispuso para preparar el choque, se afanó por esconder las cartas. Tanto que incluso desplazó a 23 futbolistas hasta Sevilla. Por lo que había auténtica expectación por descubrir su primera alineación.

La primera medida de choque del nuevo entrenador rojiblanco fue la de reforzar el centro del campo. Tras el partido, Rubi confirmó que tiene previsto dar continuidad al 4-1-4-1 que utilizó ayer su equipo, con Xavi Torres como pivote entre dos líneas de cuatro. La gran sorpresa del día fue la salida de Moi Gómez de la alineación titular. Así como el tándem de Canella e Isma López por la izquierda. Tal y como había ensayado durante la semana, metió a Carmona por dentro. El objetivo último de esta serie de decisiones era reforzar el juego interior, algo que el Sporting logró en zonas de poco peligro.

En cuanto a la estrategia, destacan dos detalles. Por ejemplo, en los córners en contra, los once rojiblancos defienden en su área, con Nacho Cases como hombre más adelantado. En las faltas laterales, la idea es adelantar la defensa fuera del área para alejar de Cuéllar a los rematadores.

Es cierto que el equipo tocó más, aunque perdió verticalidad. En defensa, el Sporting de Rubi es un equipo corto y estrecho, con enormes basculaciones de los hombres de la banda contraria a la que circula el balón. En ataque, se busca ensanchar el campo. La línea de cuatro mediapuntas, disfruta de mucha movilidad y las permutas de posición son continuas. La presión fue alta, sobre todo al final, pero el equipo se protege rápido.

En el capitulo de las curiosidades está el tema del calentamiento, que se produce también antes del segundo tiempo. En la banda, calentaron todos los reservas con la única excepción de Mariño. La primera impresión ha sido buena. El Sporting se Rubi está por pulir y aún tiene mucho que enseñar.