La Coruña, A. Rodríguez /

J. M. Gutiérrez

Un policía nacional murió y otros dos agentes desaparecieron ayer de madrugada en las aguas del Orzán al tratar de rescatar a un universitario de 24 años, originario de Bratislava (Eslovaquia), también desaparecido. Era noche de alerta naranja en la costa coruñesa y las olas superaban los cuatro metros en el litoral. La tragedia ocurrió a las cinco de la madrugada, casi antes de la pleamar, cuando el agua llegaba a batir contra el paseo marítimo y un grupo de jóvenes «erasmus», de diferentes nacionalidades, decidió bajar al arenal tras una noche de fiesta. El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, se desplazó a La Coruña y anunció la medalla de oro al mérito policial para el agente fallecido y la misma condecoración para los desaparecidos.

El fallecido, cuyo cuerpo se encontró en torno a las nueve de la mañana en la zona del Millennium, es Javier López López, de 38 años, agente desde 2005, coruñés del barrio de O Castrillón. Patrullaba de paisano con uno de los desaparecidos, Rodrigo Maseda, de 35 años y del municipio lucense de Burela.

Ambos pertenecían al dispositivo de control que despliega la Policía Nacional en la zona las noches de marcha de los jueves y los fines de semana. El segundo agente desaparecido, que llegó al lugar de la alerta justo después que sus compañeros, es José Antonio Villamor Vázquez, de 34 años, nacido en Friol (Lugo).

A las siete de la tarde, en la capilla ardiente del policía muerto, instalada en el cuartel coruñés de Lonzas, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, restó esperanzas de hallar vivo a alguno de los tres desaparecidos: «Hay que ser realistas, porque las posibilidades de hallar a los desaparecidos con vida son inexistentes». Es el trágico balance de una noche víspera de festivo en la Universidad, terminados los exámenes del primer cuatrimestre para los universitarios del «Plan Bolonia» y con muchos «erasmus» que se despedían.

Según las primeras investigaciones, de las que dio cuenta el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, los dos policías de paisano que realizaban su guardia en el entorno de la calle Juan Canalejo intentaron socorrer a un joven estudiante eslovaco, Tomas Velicky, nacido en Bratislava en 1988, que había sido arrastrado por un golpe de mar en el Orzán a la altura del ambulatorio San José. «Al parecer él no medía, no sabía las condiciones de la mar aquí en La Coruña», relató Ulloa, que delinea el «hecho accidental»: «Parece ser que se metió con intención de mojarse los pies y al final acabó en tragedia».

El jefe superior de Policía en Galicia, Luis García Mañá, que acudió al lugar, narró muy emocionado que «el mar estaba realmente bravo, con olas muy considerables» y que algunas alcanzaban el paseo. Ulloa manifestó que «no consta» que se metiese en el agua ningún otro joven más que el desaparecido.

Las fuerzas de seguridad y emergencia de las administraciones local, autonómica y estatal reunieron a un centenar de efectivos para buscar a los cuatro desaparecidos en la madrugada del viernes en el Orzán. El dispositivo se mantuvo ayer íntegro hasta caer la noche, cuando se retiraron los medios terrestres y quedaron dos embarcaciones.