Avanzada la noche del miércoles se supo que Leo Messi no estará mañana en el Anfield del Piles con un Barcelona que no sabe si el empate ante el Atlético de Madrid fue un buen resultado o significó otra decepción, tras la del Alavés. El astro argentino sufre una lesión muscular, no se sabe si relacionada con sus molestias en el pubis, y estará de baja, según el propio club azulgrana, durante tres semanas.

La ausencia de Messi convierte el partido de mañana; se dice pronto, mañana, pero es mañana, en una doble llegada del Barcelona. El Barcelona grandioso, con artillería de la pesada. Neymar, Suárez, Busquets, Piqué, Iniesta o Ter Stegen componen un equipazo capaz de sacar adelante cualquier partido ante cualquier rival. El Barcelona disminuido por la ausencia de su gran líder, equipo al que algunos culés locales ya no quieren ir a ver porque no está la gran figura.

Ante ese doble Barcelona va a jugar un Sporting dolido por la derrota de Vigo a la que se ponen atenuantes. El arbitraje, por ejemplo. Y poco más. El Sporting está en una racha arbitral inédita: tres penaltis a favor desde el comienzo de la Liga, detalle que los más viejos del lugar no recuerdan. Cierto es que el penalty señalado a Amorebieta fue más que dudoso, pero con uno en contra de los locales y con el talante de Melero bien se pudo esperar y evitar. Vigo queda atrás y la inmediatez del partido ante el campeón anima de nuevo el cotarro rojiblanco.

Porque, damas y caballeros, señoras y señores diputados, la ausencia de Messi va a animar a los corazones rojiblancos que ven en ella una ocasión única para doblegar al campeón de la última Liga y uno de los máximos aspirantes al título en el presente ejercicio futbolístico. Habrá que ver por dónde sale el gran timonel a la hora de formar la alineación. Una alineación que se supone competitiva. Un fiel seguidor rojiblanco llama al periódico y sentencia. "El Sporting no compite desde el segundo tiempo ante el Leganés". Una valoración cargada de dureza y, a la vez, de cariño exigente ante un equipo que ilusionó. En vísperas tan sonadas y a la espera de que Esuperio dé señales de vida y analice el gol a favor y los siete en contra de los dos últimos partidos, las buenas costumbres han de ser mantenidas; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿volverá Moi Gómez al equipo inicial mañana?. ¿Su ausencia ha sido la clave del bajón en el rendimiento rojiblanco? Ahora mismo este jugador se ha convertido, con perdón, en el gran ausente.

En Barcelona quieren minimizar la ausencia de Messi y ya aparecen encuestas en las que relatan el porcentaje de victorias en ausencias pasadas. En Madrid se preocupan por la baja forma de algunos futbolistas del Real, líder destacado, pero con un juego que se apaga. "El equipo blanco es humo", relata un seguidor merengue que siguió el partido contra el Villarreal de reojo en un establecimiento público local que ofrecía Balaídos y Bernabeu. No se sabe si los dos partidos coincidentes en la hora tenían horario premium, que diría Tebas, o habían sido relegados a horarios de menor cuantía. Cada equipo vive su particular historia.