Julio Castejón (Madrid, 1951) es hijo y nieto de ferroviarios. Vivió una infancia marcada por la escuela franquista, el fútbol, los tebeos y la radio que sonaba en el patio de vecinos. Es precisamente el transistor el que lo hace vivir la explosión del rock and roll, la llegada de los «Beatles». Fue guitarra de «Handicap» y de «Tickets», banda esta última que se rebautizó con el nombre de «Asfalto», más comercial. Castejón es la espina dorsal de este grupo que lleva cuatro décadas pisando carretera y que ayer debutó en Avilés, en La Mar de Ruido, en formato cuarteto y con nuevos músicos.

-¿Perseverancia, obstinación o auténtica vocación?, ¿qué lo ayuda a seguir en la carretera?

-Primero, una gran suerte. Tengo el privilegio de que mi pasión sea mi profesión. Esto es algo con lo que muchas personas sueñan pero no lo consiguen. A mí el hecho de seguir activo me ayuda a seguir siendo quien soy. También tengo que dar las gracias porque tengo la energía suficiente para seguir ahí ya que los viajes cansan y el escenario desgasta.

-«Asfalto» ha cumplido cuarenta años en el escenario, pero debutó anoche en Avilés...

-El concierto tenía algo, si no todo, de «premier». El grupo se regeneró hace unos meses y nuestra intención es iniciar una gira el próximo mes de octubre, por lo que la actuación en Avilés se anticipó. Quizá no lo deberíamos haber hecho, pero no me pude resistir a venir a Asturias después de casi veinte años. Béznar Arias, el promotor musical de La Mar de Ruido, es además una persona encantadora.

-¿Qué opinión le merecen este tipo de festivales de calle?

-Es lo mejor que se puede hacer. La mayoría de los grupos consagrados preferimos tocar en escenarios con todo bajo nuestro control: prueba de control, instrumentos... Pero debemos pensar que con este tipo de iniciativas estamos dando una oportunidad a grupos locales que habitualmente no tienen estos medios con sólo compartir cartel.

-¿Qué es para usted la música?

-El rock and roll es una música que da origen al pop, a diferentes estilos. Yo me considero un músico contemporáneo que popularizó el rock and roll. Para mí la música es algo con lo que se sueña y que trasmite emoción, y ahí está la clave del éxito. No me gustan los cánones: igual hay un rockero fantástico con chupa de cuero y pelo largo que por las noches pega a su mujer... A mí me fascinan la música clásica, el pop, el jazz y a la hora de componer estoy más cerca del rock puro, del rock con intelecto.

-Hizo una gira con «Sherpa» que recientemente lo trajo a Piedras Blancas (Castrillón). ¿Heredó sangre de «Barón Rojo»?

-Para mí «Barón Rojo» ha sido la mejor banda de rock de España. Pero creo que su éxito o aceptación ha sido gracias a «Sherpa», una persona con inquietudes intelectuales y un gran cantante. En el momento en que salió de «Barón Rojo» esta banda dejó de resultarme atractiva. Pero que quede claro que en los ochenta ver a «Barón Rojo» era ver a un grandísimo grupo.

-¿Por qué «Asfalto» no alcanzó la popularidad de otras bandas de rock?

-La sociedad suele aceptar mejor las cosas sencillas; y si son binarias, blanco o negro, mejor. «Asfalto» es un grupo complejo y, por esto, inclasificable. Las letras rezuman intelecto. ¿Qué sucede entonces? Para la gente a la que le gustaba el pop sencillo nuestra música era complicada, y para los «heavies» pues «Asfalto» no les movía durante dos horas el cuerpo. «Asfalto» no es una banda de música musculosa. Ahora somos desconocidos para los jóvenes... A veces pienso que para éstos la música es, en algunos casos, un ruido de fondo mientras toman una caña en el bar.

-«Asfalto» homenajeó a los «Beatles». ¿A quién recordaría ahora?

-Los «Beatles» no necesitan más homenajes. En este momento me gustaría rendir un homenaje a «Asfalto», ya ve. Después de cuarenta años de historia, esta banda se merece un grandísimo concierto, tal vez en la capital, con todos los medios y que permita reunir a todos nuestros seguidores por si acaso no hay más. Nuestra perseverancia casi roza la obstinación.

-«Asfalto» ya tiene libro...

-Sí, una biografía del grupo escrita por uno que ha hecho un trabajo muy pulcro. Yo también saqué mis memorias («Ahora que me acuerdo») para contar el tiempo que me ha tocado vivir.

-¿Para cuándo nuevo disco?

-Estamos trabajando en ello, seleccionando las piezas. Quizás a mediados de septiembre empecemos con determinación en la sala de grabación.

-¿Se escuchará en «Spotify» o en vinilo?

-Vivo el presente y me interesa todo lo que tecnológicamente nos ha facilitado la vida. Los medios de distribución digitales son muy importantes. Pero este trabajo saldrá adelante si hay alguien con interés económico. Yo bastante hago con componerlo y defenderlo en el escenario, entre otras cosas...

-Con grupos como «Asfalto» está claro que el rock sobrevive. ¿Pero la cultura?

-Tenemos un Gobierno sin voluntad para defender los movimientos culturales y preocupado por los números que dan las encuestas. Los creadores estamos ahora muy enfadados porque han anunciado una reforma de la ley de la Propiedad Intelectual que puede terminar con los pocos dineros que ganamos porque a las multinacionales les interesan otras cosas. En cuestión de ideas en España somos mediocres. Si llegara un extraterrestre y viera todo esto, se marcharía asustado a los pocos segundos a Andrómeda.