Como si fuera el final del verano. Que casi que lo es. El público que ayer acudió a la jornada de cierre en Las Mestas no sabía si aplaudir a los jinetes o animarles a que siguieran saltando para que el concurso no terminase.

«Me da pena que se acabe porque esto significa que ya prácticamente se acabó el verano y que en unos días hay que retomar las clases, tendremos que esperar al verano que viene», declaraba la estudiante Paloma Caso. Y no cabe duda de que la cita del Concurso de Saltos Internacional Oficial de España en Gijón tiene tantos adeptos como las citas más masivas del verano asturiano. Ayer, con 11.340 visitantes, la cifra más alta de los seis días de hípica, se lograba llegar al cómputo de 57.340 personas que pasaron por el hipódromo de Las Mestas, con una media de unos 9.500 espectadores por jornada. Respecto al año anterior, se registraron 1.340 aficionados más.

Y entre los que no faltaron ni en el 2012 ni el 2013, ni desde hace sesenta años están los Rubiera. Una familia que desde que abrió sus puertas el hipódromo gijonés acude siempre al mismo palco, concretamente al número 15. «Somos de Oviedo y venimos todos los años al hípico de Gijón porque aquí sí que hay afición», relataba Cefa Rubiera. «Vengo desde que tengo 10 años, para mí ya es una tradición familiar, eso sí, apostamos lo justo, las apuestas las dejamos para los expertos. La única pega que tengo es que las sillas de los palcos no las han cambiado desde que se inauguró este concurso», comentaba Cefa.

Carmen Villalobos tampoco falta nunca a este evento veraniego y ayer hacía balance de «perras». «En total, ni gané ni perdí, me quedé como estaba porque todo lo que he apostado lo recuperé, así que me voy como vine», explicaba la gijonesa. Borja López es otro asiduo a esta cita con los caballos. «El hípico junto con los toros son citas a las que no se pueden faltar en el verano gijonés. Hoy ya no apuesto porque aunque gane no voy a recuperar todo lo perdido, vengo por pasar un rato agradable y por aprovechar los últimos días del verano», manifestaba entre risas en compañía de sus amigos.

El gijonés José María Campos confesaba que nunca falta a esta cita en Las Mestas. «Desde hace varios años, un grupo de amigos tenemos un palco, por una parte tenemos ganas de que se acabe el hípico porque este año no estamos ganando nada... y la economía se nota, pero a pesar de no ganar lo pasamos genial, entonces compensa», manifestaba. La madrileña Lucía González aprovechaba sus últimos días de vacaciones y le llegó la ocasión de estrenarse en esta edición del concurso de saltos. «La familia de mi marido es de Gijón y siempre me hablan del hípico y por primera vez en mi vida coincidieron mis vacaciones con este evento. Vine todos los días y gané dos gemelas. No voy a pensar lo que he perdido...», enunciaba la madrileña. Y aunque muchos eran los que estaban ayer en la misma testitura, la de contar lo perdido, el hípico volverá a estar en la agenda festiva de más de 50.000 asturianos en el 2014.