"No parece española" es un pretendido cumplido a las series de factura nacional que ya no se ajusta a la realidad. Sean emitidas tal cual se han producido o adaptadas al mercado local, las series españolas se han abierto paso con éxito en el panorama internacional.
Estados Unidos, meca del cine y la televisión, ya ha realizado con bastante éxito su versión de "Los misterios de Laura" (protagonizada allí por Debra Messing) y de "Pulseras rojas", rebautizada como "The red band society", aunque en este caso fue un fracaso. Las series de época figuran entre las más demandadas fuera: "Gran hotel", "El tiempo entre costuras" o "Velvet", además de "El secreto de Puente Viejo", que con el nombre de "Il Segreto" arrasó en Italia. "El don de Alba" de Mediaset incluso se vendió a Sony antes de estrenar.
Mientras que el mercado angloparlante ha sido tradicionalmente impermeable a los productos españoles, en Hispanoamérica la tendencia es totalmente contraria. En un país como Chile, por ejemplo, se ha visto "El internado"(ficción que despertó gran interés en Europa del Este), "El barco", "Isabel" y una versión nacional de "Pulseras rojas". Por el continente también se ven "Cuéntame" o "Águila Roja", que ha triunfado en Tailandia, Bulgaria, Cuba, Serbia. En el mercado MIPTV celebrado en Cannes el pasado mes de abril, presentó con éxito "El Ministerio del Tiempo" y "Acacias 38", que despertaron mucho interés entre los compradores, abriéndose negociaciones en el primer caso con Estados Unidos, Hispanoamérica, Francia y Rusia para crear sus propias versiones. La matriz italiana Mediaset se hizo con la segunda temporada de "El Príncipe" y una opción para producir "La que se avecina" y "Chiringuito de Pepe". Y un canal francés renovó la adaptación de la tira cómica "Escenas de matrimonio" y compró los derechos de la miniserie bélica "Los nuestros". En Portugal, la cadena pública RTP también se quedó con "El Príncipe".
Una serie ya veterana como "Los Serrano" se pudo ver en países como Finlandia, Kosovo, Serbia y Francia. "El internado" se convirtió en un auténtico éxito popular en Japón y Rusia, aunque la adaptación francesa tuvo peor suerte.
