Oviedo

, J. A. ARDURA/

J. M. PIÑEIRO

Oviedo,

J. A. A.

La Federación Socialista Asturiana (FSA) está dispuesta a que el Estatuto determine con claridad que Oviedo es la capital del Principado. Tampoco pondrá mayores objeciones a que el texto sea más preciso en cuanto a la ubicación de las sedes de las instituciones. Y aquí acaban las concesiones. Los socialistas rechazan que la reforma incluya reserva de ley alguna que pueda aparejar, en un futuro, un estatuto especial para Oviedo, con financiación adicional incluida.

Todo eso hasta el momento. Porque por ahora sobre la capitalidad no se ha abierto una negociación específica: ya se abordará cuando la ponencia parlamentaria llegue a ese capítulo. Sí ha habido conversaciones, y todas guiadas por una preocupación común: evitar que el debate sobre la capitalidad bloquee la reforma del Estatuto. En un principio, PP y PSOE contaban con despacharla antes del verano.

Las demandas del PP de Oviedo, asumidas sin discusión alguna por la dirección regional, han añadido una cuestión imprevista. Los populares ovetenses reclaman que el Estatuto concrete las atribuciones de la capital e impida el traslado de instituciones a otras ciudades. El alcalde, Gabino de Lorenzo, llegó a advertir que si los socialistas no atienden estas peticiones, no habrá firma,

Para sortear este escollo, los populares plantean una salida mixta, habitual en los usos parlamentarios. Que el Estatuto fije a Oviedo como capital «y deje para una ley posterior la regulación del estatuto de capitalidad, del que dependerán las demás cuestiones», según manifestaron ayer fuentes populares. El PSOE sólo está de acuerdo con la primera parte. La segunda, la rechazan de plano: no quieren ni oír hablar de hacer una reserva de ley en el Estatuto. «Eso supondría dejar abierta la puerta, y no lo queremos hacer», afirmaron. El recurso a la reserva de ley es una de las salidas que sopesa IU para librar la discusión sobre la oficialidad del asturiano.

Fernando Lastra, portavoz socialista en el Parlamento e integrante de la ponencia para la reforma del Estatuto, se mostró ayer molesto con las interpretaciones a las que pueda dar pie el asunto de la capitalidad «El Estatuto no se negocia en función de los intereses de un Ayuntamiento o de una persona, sino en función de las necesidades de Asturias», afirmó, en alusión a De Lorenzo y al Ayuntamiento de Oviedo.

El diputado del PSOE reconoció que «hay mucho ruido y opiniones» en torno a la capitalidad pero quiso dejar claro que aún no se ha entrado de lleno en su discusión. «Ni se ha aparcado, ni se ha postergado. Al menos, a mí no me consta. Se discutirá en su momento», sostuvo.

Lastra dio a entender que la capitalidad se debatirá cuando toque, como los demás capítulos relacionados con el Estatuto: «Se discutirá todo. Cada cosa en su momento; ahora estamos con la discusión de las competencias, que es por donde decidimos iniciar el trabajo», precisó. Lastra también quiso dejar claro que los socialistas no están dispuestos a aceptar el planteamiento del PP sobre las concesiones que debe conllevar el rango de capital del Principado.

El diputado regional entiende que la capitalidad no está, ni mucho menos, en juego en la reforma del Estatuto que se negocia en estos momentos. «Ni se mueve ni se discute la capitalidad de Oviedo. Ya está de bien de dar vueltas a lo obvio», quiso zanjar el dirigente socialista.

El Grupo Parlamentario Socialista mantuvo ayer una reunión de trabajo con varios compañeros del Parlamento extremeño. Al término de ese encuentro, el portavoz del PSOE en el Parlamento regional, Fernando Lastra, ofreció una rueda de prensa junto a su homólogo extremeño, Ignacio Sánchez Amor, quien habló sin circunloquios ni rodeos de cuestiones como la capitalidad, la reforma de la financiación autonómica o la publicación de las balanzas fiscales.

«Tener la capital es una lotería para cualquier ciudad, no una plaga bíblica», manifestó el portavoz del PSOE en la Cámara extremeña, quien puso como ejemplo el caso de Mérida. «Allí hubo un Alcalde que jugó al victimismo de la capital y que se quejaba de que de vez en cuando había una manifestación de agricultores. Jugó a ese juego y perdió las elecciones. Hoy en Mérida gobierna un alcalde del PSOE con el mensaje de que lo que es bueno para Mérida es bueno para Extremadura y viceversa», expuso.

Sánchez Amor rechazó de forma categórica que en la reforma del Estatuto de Extremadura, que también está en marcha, se incluya la posibilidad de dar alguna compensación económica, por ley, a la capital. «Absolutamente, no. Ser la capital ya supone una enorme inyección económica, por volumen de funcionarios, sedes de empresas, etcétera», valoró el diputado extremeño.

El extremeño fue claro en cuestiones como la reforma de la financiación autonómica o la publicación de las balanzas fiscales. «Los nacionalistas, al utilizar las balanzas fiscales como elemento de presión política, complican el "sudoku" de la financiación autonómica. Y no se puede convertir la resolución de ese "sudoku" en un mercadeo persa», señaló .

«Convertir las balanzas fiscales en un elemento de presión es un precedente peligroso porque otras comunidades podrán hablar de balanzas energéticas, migratorias o hídricas, y entonces se complica la gobernabilidad del Estado», añadió.