La producción de manzana en Asturias se concentra en su mayoría en el centro y en el oriente de la región. Los cosecheros ya casi pueden presumir de manzanas. En la pomarada gijonesa de José Luis Rubiera el avance de la fruta marcha viento en popa. Salvo un desastre natural a finales de verano, la cosecha pasará airosa la prueba de la vecería. En la imagen, José Luis Rubiera muestra manzanos con fruto en su finca.

Oviedo, M. J. IGLESIAS

La sidra se libra de la crisis, al menos de momento. Así se desprende de las valoraciones realizadas por lagareros asturianos como Eloy Cortina y por el propio presidente de la Asociación de Lagareros (ALA), José María Osoro. La favorable meteorología de las últimas semanas también acompaña y los culetes de sidra siguen animando el verano ajenos al descenso de ventas de otros productos.

José María Osoro resalta que a pesar de que siempre se dice que el consumo de sidra ha tocado techo la bebida regional «tiene cada vez mejor imagen entre los jóvenes y mejor calidad». Los lagareros destacan que la sidra siempre ha sido un valor refugio, un producto de precio moderado, que ya ha salido airosa de anteriores crisis económicas. La costumbre de beber sidra está tan arraigada en Asturias que se mantiene incluso en los momentos más críticos para los bolsillos.

La enorme atracción que la sidra y su ritual de escanciado ejerce en los visitantes es otro de los factores que ayuda a mantener el consumo en niveles altos. El sector de la sidra vive momentos de expansión con apertura a nuevos mercados como el chino, donde ya exportan las empresas Trabanco o El Gaitero.

José Luis Rubiera, presidente de la Agrupación Asturiana de Cosecheros de Manzano de Sidra (Aacomasi), estima crucial que los lagareros definan si están decididos a elaborar sidra con manzana asturiana «para saber si se sigue plantando o no». En su opinión, los elaboradores no están aprovechando lo suficiente la posibilidad de destacar en las etiquetas de las botellas que la mayor parte de las manzanas empeladas para sidra carecen de abonos químicos, «lo que las convierte en casi ecológicas», comenta. Los lagareros son optimistas ante las perspectivas de mercado para los próximos meses.