Oviedo / Gijón, J. E. M.

Un buen ejemplo para concebir el modelo de desarrollo que vive actualmente el eje Oviedo-Gijón es pese a su lejanía, tanto en kilómetros como en dimensiones, el que registra el eje Madrid-Barcelona, que tiene en Zaragoza su gran bisagra intermedia.

Expertos en desarrollo del territorio no dudan en señalar que Madrid y Barcelona forman uno de los ejes europeos con mayores perspectivas de desarrollo, dado el gran crecimiento demográfico y el proceso de generación de infraestructuras que han experimentado. Guadalajara es actualmente la provincia que más crece en población en España.

Tanto en Madrid como en Barcelona, dos ciudades enzarzadas también en una pugna por el liderazgo nacional en casi todos los terrenos, hay voces que claman por el trabajo conjunto en materia de desarrollo y que ven en proyectos como el AVE y la ampliación de los aeropuertos de Barajas y El Prat estrategias comunes de las que pueden beneficiarse ambos territorios. Estas nuevas comunicaciones hacen que, por ejemplo, el puerto de Barcelona haya diseñado buena parte de su estrategia de crecimiento mirando hacia Madrid. ¿Qué han hecho? El puerto ha crecido en red ampliando su área de influencia en España y en el sur y el centro de Europa. En dirección a Madrid, aprovechando los mejores servicios de transporte y también los logísticos, con terminales marítimas interiores, por ejemplo, en Zaragoza, y participando en los puertos secos de Madrid y de Azuqueca de Henares.

Desde Madrid ya se comenzó a trabajar en esa dirección hace más de tres décadas. José Morilla, decano de la Facultad de Económicas de la Universidad de Alcalá de Henares, describe los inicios del eje cuando comenzó a crecer como el Corredor del Henares, donde «con excepción de la industria siderometalúrgica básica, la automovilística y, por razones obvias, la construcción naval, prácticamente todas las ramas de la industria en sus vertientes metálica, vitrocerámica, química, eléctrica, menaje y alimentaria se hallaban representadas a principios de los años setenta». Hoy, ese eje de expansión desde Madrid hacia Barcelona lo integran, en ese extremo de la línea, veintiocho municipios de la Comunidad de Madrid y de la provincia de Guadalajara.

En los últimos diez años la tasa de crecimiento demográfico en el «Corredor» ha sido tres veces más alta que la española y se ha constituido un potente sector de servicios, basado tanto en el incremento del nivel de vida de las poblaciones comprendidas en él como, sobre todo, en la agregación al mismo de un potente sector de servicios logísticos, en torno a las vías terrestres y ferroviarias que articulan el eje con el principal centro industrial-comercial del Mediterráneo (Barcelona).

Hace escasas semanas, varias formaciones políticas catalanas volvían a reclamar inversiones que garantizaran la continuidad en el crecimiento socio-económico en el eje Madrid-Barcelona.