El presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte, Jorge Marquínez llamó hoy a los ayuntamientos asturianos atravesados por ríos a recalificar urbanísticamente como no edificables las zonas de las riveras con mayor peligro de inundaciones, con el fin de evitar problemas en futuras crecidas de agua. El responsable del organismo reconoció que "tenemos un problema muy importante" en esta cuestión, basándose en las incidencias provocadas por las lluvias la semana pasada, especialmente en las cuencas del Nalón y del Piloña-Sella.

Así lo señaló Marquínez durante una rueda de prensa para analizar la situación de los ríos asturianos tras las últimas crecidas, y para rechazar las críticas que desde diversos sectores, especialmente del Partido Popular, ha recibido la Confederación, por la supuesta falta de mantenimiento de cauces y el "mal funcionamiento" de los embalses, aspectos que rechazó tajantemente.

A juicio de Marquínez "la crecida fue tremenda y es fútil buscar una causa o otra". Reconoció que "tenemos una vulnerabilidad alta y tenemos un problema muy importante, que no se arregla el día de la emergencia, sino con una gestión rigurosa de años y años. Debimos tomarnos más en serio hace décadas". Así, ejemplificó con la zona de Les Arriondes, área donde se registraron los mayores problemas (al margen de los dos fallecidos en Veiga de Vilar, en Vegadeo), que se ha demostrado "muy vulnerable".

Así, la principal recomendación que realizó fue de carácter urbanístico a los ayuntamientos. La recalificación como no edificables de las zonas con más peligro de inundación. Se trata de un aspecto recogido en los convenios de colaboración que la Confederación ya está firmando con consistorios. Así, varios de ellos "ya han aceptado", entre los que comentó Laviana, Parres, Salas o Bimenes. Otros, como el caso de Vegadeo y Corvera, a los que, según Marquínez, urge el acuerdo, están en trámites de aprobarlo.

"La protección urbanística de estas zonas limitaría extraordinariamente los daños ante una futura crecida", señaló.

Fue la principal recomendación que realizó para paliar una situación que consideró "inevitable", a causa de la "enorme crecida". Así, rechazó las críticas que se vertieron desde el PP referentes a la falta de limpieza de cauces y el supuesto mal funcionamiento de los embalses.

Hablar de la limpieza de cauces es "mirar para otro lado y engañarse a sí mismo", afirmó. "Podar los cauces de los ríos no arregla los problemas, y no nos podemos engañar con eso", comentó Marquínez. Además, recordó en este sentido que se han invertido desde 2005 un millón de euros al año en limpieza de cauces, y concretamente en 2009 se gastaron más de cinco millones en actuaciones en 55 concejos asturianos, que abarcaron más de 202 kilómetros de cauce.

En lo referente al funcionamiento de los embalses, la realidad "es lo opuesto al mensaje que se está recibiendo por ahí y que sorprende", señaló. Aseguró, por ejemplo, que el embalse de Tanes laminó 2,1 hectómetros cúbicos por segundo, y el de La Barca 3,35 hectómetros, lo cual significa que "funcionaron los dos positivamente, pero no lo suficiente para combatir una crecida de una entidad tan grande".

MAYORES CRECIDAS EN 100 AÑOS

Marquínez incidió en que la crecida fue "tremenda" y sus consecuencias "inevitables". Reseñó lo ocurrido en los tres principales ríos, el Eo, el Nalón y el Sella, y destacó que en dos de ellos se registraron subidas similares o superiores a la venida de los 100 años. Fue el caso de la estación de Palomar, con 1.600 metros cúbicos por segundo, o el Furacón, con 1.800 metros cúbicos por segundo.

En el caso del Piloña-Sella, señaló los 900 metros cúbicos por segundo en Cangas de Onís, y los 1.400 en Les Arriondes, niveles superiores y equivalentes a la venida de 100 años. En la capital parraguesa, apuntó que del 9 al 15 de junio, día de la gran inundación, se pasó de 6,81 metros cúbicos a 1.400 metros cúbicos por segundo.

Matizó que no se trata de la mayor crecida que "se puede esperar, pero en un periodo de retorno de 100 años se hacen muchas infraestructuras de protección"

En palabras de Marquínez, la CHC, anunció, "se desangrará en colaboración con la Delegación de Gobierno, la Administración autonómica y los ayuntamientos en defender la recuperación del dominio público, la limpieza, la reposición de infraestructuras y la mejora de zonas urbanas", pero dejó bien claro que la crecida fue tremenda.

Señaló la necesidad de "dotarnos" de mejores sistemas de previsión y de predicción, especialmente en el traslado de la información meteorológica a la hidrológica. Matizó que en este episodio la predicción fue acertada, pero "si nos preparamos mejor y con mejores protocolos de emergencia los daños serán cada vez menores".