Llanes, Ramón DÍAZ

La Autovía del Cantábrico se levantó ayer con el kilómetro cambiado, y buena parte de los hosteleros de los municipios por los que transcurre, con un buen enfado. El Ministerio de Fomento ha modificado el kilometraje de la Autovía del Cantábrico (A-8 y N-634) en toda Asturias para acomodarlo a la distancia real que habrá cuando entre en servicio el tramo Unquera-Llanes, que lleva cuatro años en obras y que aún podría demorarse otros dos más. Las consecuencias de esta decisión ministerial no son moco de pavo: al cambiar los números de las salidas de la autovía (que coinciden con el kilómetro en el que están situadas) todos los folletos, anuncios y libros del sector hostelero, así como la publicidad institucional se han quedado obsoletos. No sirven.

El cambio en el kilometraje en la Transcantábrica se debe, según indicó ayer un portavoz de Fomento, a que hasta ahora se contabilizaba la distancia de la N-634 en el tramo Unquera-Llanes (unos 29 kilómetros), mientras que ahora se contabiliza la distancia que habrá cuando el tramo Unquera-Llanes abra al tráfico (unos 22 kilómetros). El resultado es que el número de todas las salidas de la Autovía en Asturias, a partir de la de L'Arquera, es siete unidades menor. Así, por ejemplo, el enlace de Balmori-Celorio, que antes era la 307 ha pasado a ser la 300; la de Naves deja de ser la 313 y se convierte en la 306, y la de Llovio-Ribadesella, hasta ahora la 326, es la 319.

El cambio afecta asimismo a la salida de la Autovía del Cantábrico hacia Gijón por la AS-1, que hasta ahora estaba en el kilómetro 367 y que ahora queda en el 360, y también a las salidas hacia las cuencas mineras y localidades como Lieres, Pola de Siero u Oviedo.

Fomento se encarga de modificar toda la señalización en Asturias. A la vez, ha comunicado ya la necesidad de cambiar el kilometraje al Gobierno de Galicia (la N-634 une San Sebastián y Santiago de Compostela), dado que en aquella región las competencias en las autovías de la red general corresponden a la comunidad autónoma.

El cambio no ha sentado bien en el sector hostelero del oriente de Asturias. Sobre todo porque se ha hecho «de un día para otro y sin avisar», como destacó ayer el presidente de Fomento del Turismo de Llanes (Fomtur), Fernando Fernández. «Si había que hacerlo, vale, pero deberían haber avisado con antelación, hace varios meses, para evitar perjuicios», indicó el empresario hostelero.

Fernández se lamentó de que las autoridades no cuenten con el sector empresarial y lanzó una pregunta: «¿Qué ocurre con aquellos empresarios que acaban de encargar tres mil euros en folletos y publicidad, en los que aparecen los números antiguos de las salidas de la Autovía, que ya no sirven?». Fernández cree que Fomento debió avisar previamente para que los usuarios y el resto de los afectados tomaran sus precauciones.

«El problema será para nosotros cuando algún cliente vea que nuestros folletos tienen el número de salida de la autovía equivocado. No todo el mundo tiene GPS», añadió el portavoz de Fomtur.

Algunos empresarios acaban de enviar hace sólo unos días los datos de sus negocios, localización incluida, a las diferentes agencias del sector, con vistas a las próximas campañas de Semana Santa y verano. Un empresario de Ribadesella, indicó que el problema llegará en el verano, cuando algún visitante se guíe por mapas con la numeración antigua y tome el enlace equivocado en la autovía.