Los vecinos de Arcadio Suárez García, el excamionero que perdió la vida en el accidente brutal del autobús contra el pilar del acceso a la autovía del Cantábrico por Avilés, le veían "todas las mañanas camino de la parada ". Y es que este castrillonense era muy de pasar el tiempo contemplando cómo el autobús se comía los kilómetros en cada viaje. Le encantaba este medio de transporte. Ayer, familiares y amigos le lloraron en el tanatorio de Avilés y le despedirán esta tarde (a las 19.00 horas) en la iglesia de Santa María de Piedras Blancas.

Suárez perdió la vida en el choque de inmediato, cuando el vehículo de Alsa se clavó como un dardo en la columna destinada a sostener la vía que debe aliviar el tráfico pesado de Avilés. Los restos mortales del excamionero, del viajero pertinaz, fueron recibidos ayer por su exesposa y por su única hija en el tanatorio de Avilés. Hasta ese lugar, se fueron acercando los que le conocían, los que coincidían con él en la ruta por tierra, en Piedras Blancas, pero también en Oviedo o Gijón. "Siempre elegía la primera fila del autobús. Le he visto esperar el siguiente si veía su asiento ocupado", indicaron a este periódico. "Era un paisanón, un tipo bien vestido. Le gustaba el autobús, la carretera", añadieron sus conocidos.

El duelo por Arcadio Suárez García lo vivieron sus familiares y amigos en la más estricta intimidad, con la puerta cerrada de la sala sexta del tanatorio avilesino. Junto a la ella, dispusieron un libro de firmas y poco a poco fueron llegando los que echaron de menos a un hombre muy popular en Piedras Blancas, aunque de costumbres solitarias.

Desde que se conoció el nombre de las víctimas mortales del accidente del autobús, el Ayuntamiento de Castrillón se volcó para localizar a los familiares más cercanos al viajero pertinaz en que se había convertido Arcadio Suárez García. La búsqueda fue incesante.

Tenía 74 años, estaba divorciado. Su única reside en Londres desde hace tiempo. Desde la capital británica llegó ayer para hacerse cargo de los restos mortales de su padre.

Está previsto que reciban cristiana sepultura en el cementerio parroquial de San Martín de Laspra, que es donde se encuentra el panteón familiar. Esto sucederá al término del funeral que oficiará Vicente Pañeda, que es el párroco de Piedras Blancas desde hace un año y, asimismo, es el responsable del arciprestazgo de Avilés desde hace algunos años más.

Suárez García se había ganado la vida en el transporte. Llevó un camión hormigonera, primero para la empresa Carneado y después para otras firmas. Se movía en las obras civiles: desde Asturiana de Zinc a cualesquiera otras obras civiles. Su último viaje por carretera no llegó nunca a Gijón. Se convirtió en una de las cinco personas que se dejaron la vida en el arcén.