El otoño ha llegado y nadie sabe cómo ha sido. El bañador, la sombrilla y las cremas solares, arrojadas con desdén en un rincón, esperando que un alma caritativa las recoloque en el armario, son el monumento erigido a la vuelta a la rutina, el vestigio de un tiempo pasado que, como casi siempre, fue mejor. Recuerdos de playa, arena, tornados de sol y cervezas, con olivas, arrebujadas, sin solución de continuidad. La depresión post vacacional nos gana terreno y, aunque intentemos huir de ella, siempre, aunque sólo sea por un momento, nos acaba atrapando.

Y es que parece que, con el final del verano, con el retorno del día a día, la esperanza de ver pasar rápidamente los días que nos devuelvan al descanso se convierte en el único motor que nos impulsa a seguir. Los días se hacen más cortos, llega el frío, la lluvia, la gripe y las actividades extraescolares, las prisas, los semáforos, los atascos. Pero, como en la aldea gala de Axterix y Obelix, un pequeño reducto situado en el norte resiste y resistirá a la huida por la tangente de los rayos de sol veraniegos, del calor, del buen humor€y si no se puede ir a la playa ya veremos qué es lo que se puede hacer.

Asturias no se para en otoño y el visitante puede disfrutar tanto de las posibilidades que el Principado les ofrece al final del verano como de sus playas en plena época estival. Rutas, paisajes, caminos jalonados por las hojas que se mudan de los árboles, paisaje, naturaleza€; es época de castañas, de berrea en el Parque de Redes, en Ponga, en Aller y en Nava: en el paraíso natural.

Por si fueran pocos los alicientes, este otoño el tiempo será el mejor aliado de todo el que se lance a disfrutar de lo que Asturias ofrece en esta estación. Temperaturas inusuales en pleno verano serán protagonistas en los próximos días, con zonas de la región que recibirán temperaturas máximas de 30 grados. Eso no quita que, sin avisar, una tromba de agua que sale de no se sabe muy bien donde, irrumpa abruptamente en nuestro "veroño" particular, pero eso es algo que, a parte de imprevisible, le añade un carácter más especial, si cabe, a nuestra pequeña incursión otoñal por los recovecos que nos ofrece el Principado.

GALERÍA: 30 imágenes para disfrutar de Asturias en Otoño