Frío no, lo siguiente. Los asturianos estaban mal acostumbrados y a muchos se les habían olvidado los rigores del invierno hasta llegó 2019 y dejó congelados, literalmente, los termómetros en prácticamente toda la región. Así sucedió ayer de madrugada y volvió a ser por la noche, lo que obligó a los Reyes Magos, a sus pajes y a los miles de personas que los recibieron en pueblos y ciudades a abrigarse bien: los primeros, para el reparto de regalos, los segundos, para ver las cabalgatas.

Algunos ejemplos. Los termómetros marcaban dos grados bajo cero a las 9 de la mañana de ayer en la ciudad de Cangas de Onís, exactamente en la calle Conde Peñalver, muy cerca del puente "romano", que amaneció en medio de una helada que tiñó de blanco los prados que le rodean y a más de uno llevó a resbalar al pasar por su histórica calzada. Aún más, las barandillas del conocido como puente "nuevu" o "puentín", en la travesía de la N-625 (León-Santander), estaban blanquecinas y más valía no tocarlas.

Toda Asturias amaneció fría y helada. En el Occidente no fue mucho mejor. La mínima registrada en la región fue de -4,7 grados en Soto de la Barca (Tineo), a las 9.20 de la mañana. En Piloña la temperatura también cayó hasta los -4,3 grados a las 8.40 de la mañana. Ligeramente superiores fueron las mínimas sufridas en Mieres (-3,9 grados), Pola de Lena (-3,6 grados) o Gijón (-3,4 grados), en los momentos previos a la salida del sol. El frío dejó estampas curiosas y bonitas, como la superficie helada del pantano de Rioseco o de los Lagos de Covadonga.

En las horas centrales del día el mercurio subió gracias al sol y en Degaña se alcanzó la máxima asturiana, 14,4 grados, al mediodía. Los 10 grados fueron la media en el Principado mientras el sol pudo calentar algo, pues a la tarde el frío volvió a hacer de las suyas.

Y habrá más los próximos días. En Asturias hay alerta amarilla de riesgo tanto hoy como mañana por heladas, sobre todo, en el área central. El cielo estará despejado, pero habrá alguna niebla, más bien en la costa.