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Los partidos, ante las elecciones de mayo

Casado: "Somos la alternativa al frente de comunistas y socialistas en Asturias"

"Nos pondremos de acuerdo con los partidos con los que compartimos programa", asegura el líder del PP al presentar a Mallada y Canteli

Pablo Casado acude a Oviedo para presentar a los candidatos del PP en Asturias

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Pablo Casado levantó ayer el telón del nuevo ciclo electoral del PP asturiano en Oviedo con mensajes directos, en los que apeló "al voto necesario" para plantar cara a la izquierda asturiana y revindicó el papel hegemónico de su partido en el centro derecha de cara a las elecciones autonómicas y municipales de la próxima primavera con rumores de fondo sobre posibles alianzas. El nuevo líder popular aprovechó el lanzamiento de los dos nuevos candidatos al Principado y alAyuntamiento de Oviedo, Teresa Mallada y Alfredo Canteli, para escenificar el relevo electoral de Mercedes Fernández, que optó por la receta de a mal tiempo, buena cara.

"Empezamos la reconquista política por Andalucía y la acabaremos por Asturias", aventuró Pablo Casado en unas palabras propias del aire mitinero que conlleva la presentación de todo candidato y en las que se está rodando sobradamente en las últimas semanas. El líder popular dejó claro que no quiere distracciones, en forma de pugnas y peleas internas por los desaires y decepciones que conlleva la elaboración de las listas electorales. "Quedan cuatro meses. No falta tiempo si se aprovecha bien pero no tenemos tiempo que perder", zanjó Casado, quien apeló "no al voto útil sino al voto necesario; somos la alternativa al frente popular en Asturias, al comunismo y al socialismo más rancio". El líder de nuevo cuño del PP, que llegó al acto de Oviedo acompañado de Javier Maroto y de Mercedes Fernández, que fue a recibir a ambos al Aeropuerto de Asturias, insistió en el que ha sido uno de sus mensajes fuerza en los últimos meses desde que ganó las primarias: aspira a la reunificación del voto de centro derecha, ahora más diputado que nunca con la competencia que entrañan Ciudadanos y Vox; y Asturias fue uno de los primeros territorios donde el PP empezó a tener esa pérdida de voto tras la fundación de Foro, ahora en franco retroceso. "Somos el partido hegemónico del centro derecha y seremos capaces de ponernos de acuerdo con los partidos con los que compartimos programa", certificó Pablo Casado. Unas palabras que a bastantes de los que llenaban el salón Covadonga del hotel de la Reconquista sonaron a una alianza, que en Asturias, tendría socio preferente en el partido promovido por el "general secretario" del PP de Aznar, Francisco Álvarez-Cascos. El líder popular hizo mención en su discurso, de algo más de media hora y sin papeles de por medio, a Jovellanos y a Argüelles, llamado "el Divino" por su brillante oratoria, y planteó como primera gran asignatura pendiente que "la alta velocidad llegue a Asturias".

Pablo Casado tuvo el detalle de dedicar las primeras palabras de su intervención a la presidenta del PP asturiana, que se enteró el pasado lunes por la tarde de que no era la elegida para liderar la candidatura a la presidencia del Principado. Ya había pedido a Mercedes Fernández que subiera al escenario para hacerse "la foto de familia", compartida con Teresa Mallada, al inicio del acto preelectoral pero quiso valorar su labor al frente del PP asturiano y hasta asumió, públicamente, un compromiso: "Quiero darte las gracias, Cherines, por el trabajo en los momentos más delicados, anteponiendo el interés del partido, de Asturias y de España al tuyo personal. Y por estar a la orden de tus paisanos y de tu gente, a los que has consagrado toda tu vida pública. Intentaré por todos los medios que lo sigas haciendo", manifestó Casado. Cumplido el trámite del desagravio público, tras las críticas por las formas con las que se ha consumado el relevo de candidata a la presidencia del Principado, el líder del PP glosó, sucintamente, los avales de Teresa Mallada y de Alfredo Canteli. De la expresidenta de Hunosa destacó que "negociaste a cara de perro" por el futuro de la empresa minera y aseguró que "muchos mineros, sus familias, proveedores y clientes de la empresa ya te están echando de menos". Dijo que recordaba "verla vestida de faena" para bajar a la mina y le lanzó un reto: "Asturias sólo pide estar bien gobernada para mejorar sus cifras insostenibles de empleo". El único lapsus de Casado llegó cuando por dos veces se refirió a "Áller" como el municipio de la nueva candidata del PP a la presidencia autonómica.

Con Alfredo Canteli valoró que su nombre "es una referencia" en la ciudad y estimó muy especialmente su labor al frente del Centro Asturiano de Oviedo. "Si hasta el Alcalde ha dicho que le gustaría que la ciudad estuviese tan bien gestionada como el Centro Asturiano", en referencia a unas manifestaciones del socialista Wenceslao López de 2017.

Casado hizo hueco a cuestiones en clave regional, como por ejemplo la oficialidad del asturiano, de la que se desmarcó, tras recordar el intercambio de cartas que tuvo con la Academia de la Llingua. "Claro que el PP está a favor del patrimonio cultural asturiano y también del lingüístico, pero no puede imponerse por decreto la cooficialidad de una lengua que nadie reclama", sostuvo el presidente del PP, que acusó a la izquierda de "utilizar la lengua para fragmentar a la sociedad". Cargó contra la descarbonización con la que "el PSOE pretende ser el primero de la clase" para advertir que "en energía no vale una demagogia que hace que España se empobrezca" y que "la adopción de medidas por delante de los plazos de Europa es jugar con el futuro de miles de familias asturianas". Reclamó "infraestructuras de justicia" como la Variante, la autopista del mar así como autovías "en igualdad de condiciones que permitan generar empleo" y prometió, con gran ovación, eliminar el impuesto de Sucesiones.

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