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"Sobre todo es un buen amigo", resaltan los amigos del desaparecido

"Sobre todo es un buen amigo", resaltan los amigos del desaparecido

"Como dicen aquí, es un tío de puta madre". Carlos Antonio Rosario, el hombre al que desde ayer se buscaba en el río Nalón, era para sus amigos y conocidos "Bolo". "Es, sobre todo, un buen amigo", le describía ayer Jony Linares, muy afectado por la desaparición de este dominicano que llevaba entre siete y ocho años en Avilés. "Es un chaval muy alegre. Le gusta el deporte, sobre todo el baloncesto", agregó su compatriota. Rosario tenía 35 años. Llevaba casi una década viviendo en Avilés junto a su familia. Hacía aproximadamente un año había logrado traer a su hija, de 14 años, desde la República Dominicana. Precisamente, la pequeña está estos días de vacaciones en el país caribeño.

La noticia de su desaparición y la de su posterior fallecimiento causó gran consternación entre sus allegados. "Siempre nos pasa a nosotros", lamentaba ayer a pie de río una de sus familiares, mientras otra, que también seguía el operativo de rescate desde la ribera del Nalón, abrazaba con fuerza la camiseta que llevaba puesta Carlos Antonio Rosario instantes antes de desaparecer. "Cuando se tiró me reí y todo y ahora me duele hasta el alma", lamentaba profundamente una de sus familiares. La retirada del operativo de búsqueda con la puesta de sol causó un gran pesar entre el entorno de Rosario, haciendo menguar la esperanza de encontrarlo con vida, "aunque sea lesionado".

Su desaparición tuvo lugar en el río Nalón, en las inmediaciones del prao Salcedo, donde cada agosto se celebra el Xiringüelu. Según algunos de sus compatriotas, es frecuente que tanto "Bolo" como sus amigos frecuentasen aquella zona. El desaparecido es una persona muy apreciada entre la comunidad dominicana avilesina. Era frecuente verle pasar el rato con sus amigos en un bar de la calle Claudio Luanco. Ayer todos estaban asustados y afectados por el suceso. Temían lo que luego acabó pasando: que su amigo haya perdido la vida.

Esta no es la primera vez que la comunidad dominicana pierde a uno de sus miembros por ahogamiento. El 29 de julio de 2015, Ángela Massiel Martínez de la Rosa falleció tras ser rescatada en la playa de Salinas (Castrillón) cuando estaba a punto de ahogarse. Estaba disfrutando de una parrillada con sus amigos y familiares en el pinar de San Juan. Para refrescarse en aquella calurosa tarde de verano, varios decidieron ir a la playa a darse un baño. La mujer, de 31 años, falleció al día siguiente en el hospital.

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