La Consejería de Salud ha confirmado 323 nuevos casos de covid-19 diagnosticados ayer. Las investigaciones continúan para determinar los vínculos de los contagios.

El jueves se registraron 7 defunciones: cuatro mujeres de 88, 89, 94 y 95 años y tres hombres de 81, 82 y 85. Dos de las personas fallecidas eran usuarias de centros residenciales sociosanitarios. Además, 24 pacientes recibieron el alta hospitalaria.

El Servicio de Salud del Principado (Sespa) realizó ayer 4.739 pruebas PCR, por lo que la tasa de positividad se sitúa en el 6,8%.

Por otra parte, en las últimas 24 horas se han registrado 45 ingresos por coronavirus en planta y 5 en UCI. En total, hay 316 pacientes covid hospitalizados, entre confirmados y sospechosos, mientras que otras 40 personas con coronavirus permanecen ingresadas en la UCI.

Estado de alarma en Asturias

El presidente del Principado, Adrián Barbón, va a pedir al Ejecutivo aplicar el estado de alarma en Asturias y a implantar el toque de queda. El presidente ya había confirmado en los últimos días que la situación era complicada y que había que vigilar las interacciones sociales. De hecho el Principado ya había retrocedido hace días, al menos en parte, a la fase 2 de la desescadalada. El objetivo era reducir el número de contagios y de ingresos hospitalarios. Un objetivo que no se ha cumplido a juzgar por los datos. "Las medidas no fueron eficaces. Hemos batido récords. Desde el principio dijimos que era necesario adoptar decisiones y que estas tenían que ser todo lo drásticas que fueran. Esa es la única premisa que nos ha movido estos meses", afirmó esta tarde Adrián Barbón al anunciar la citada petición del estado de alarma. El presidente compareció acompañado del consejero de Salud Pablo Fernández y el director de salud pública Rafael Cofiño.

Burbujas sociales para frenar contagios

Las autoridades sanitarias informan de que se está viviendo una situación crítica, con un incremento de hospitalizaciones y de personas en estado grave, así como un aumento de los fallecimientos. Por estas razones, instan a la ciudadanía a formar burbujas sociales para frenar el aumento de los contagios, que se están produciendo especialmente en los encuentros privados entre familias y amistades.

La Dirección General de Salud Pública también recomienda restringir la vida social y la movilidad debido a la gran transmisión del virus, que ha obligado a declarar una fase 2 modificada en el Principado con el objetivo de contener la gravedad y mortalidad de la pandemia.

Las personas mayores de 65 años o con patologías crónicas que viven fuera de los entornos residenciales han de extremar las medidas de protección y seguridad. También se les aconseja renunciar a las actividades grupales y a los encuentros en lugares cerrados.

Salud recuerda que actualmente está prohibido el consumo en las barras de negocios de hostelería y restauración y que el aforo en las mesas de dichos establecimientos se limita a seis personas.

Tampoco está permitida la venta de alcohol, a partir de las diez de la noche, en gasolineras y comercios minoristas, ni se pueden celebrar fiestas relacionadas con el otoño en toda la comunidad. En el mismo sentido, se suspenden los eventos multitudinarios.

Las personas que están pendientes del resultado de una PCR o que son consideradas contactos estrechos están obligadas a cumplir con rigor la cuarentena y el aislamiento en sus domicilios.