Solo quedan horas para que termine este olvidable 2020, marcado por el coronavirus y una convivencia que se ha visto completamente alterada por la situación de la pandemia. Los ciudadanos tratan de sobrellevar lo mejor que pueden una Navidad que está fuera de toda normalidad. Es importante cumplir las normas que ha establecido el gobierno regional para tratar de frenar el avance del virus, sobre todo ahora que la vacuna ha llegado a Asturias. Las primeras partidas se distribuyeron a residencias geriátricas de Avilés (área sanitaria III), Oviedo (IV), Mieres (VII) y Langreo (VIII), donde ya se empezó a vacunar ayer por la tarde. Se trata de la primera gran partida semanal que permite iniciar la inmunización masiva en el Principado. La Consejería de Salud tiene previsto distribuir hoy las primeras dosis en el resto de áreas sanitarias.

 El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha pedido "poner en cuarentena" los datos que reflejan una evolución favorable de la pandemia en las últimas semanas, puesto que no será hasta la primera semana de enero cuando empiece a verse el efecto de las Navidades. "En Asturias preferimos la prudencia. Esta es una pandemia mundial de un virus aún, en gran medida, desconocido. Hoy podemos tener unos datos aceptables y en una semana, terribles. Por eso es tan importante no bajar la guardia estos días. No cometamos excesos", ha declarado el presidente del Principado a través de su cuenta personal de Twitter.

Cambios en el toque de queda

Hace una semana se cambiaba el toque de queda. Desde el lunes 21 los asturianos ya no tienen que estar en casa a las 10, sino a las 11 de la noche. El toque de queda se activaba una hora después de lo que se venía haciendo, tal como había anunciado días antes el Principado. Esta relajación de las medidas se sumaba a otras, como la apertura de gimnasios, bares y restaurantes y centros comerciales. Pero ojo, que no hay que bajar la guardia: el toque de queda sigue existiendo.

Esta Nochevieja, el toque de queda se establece a las 12 y media de la noche por lo que poco después de las uvas no podrá haber nadie por la calle. Son todas ellas medidas que el Principado ha puesto en marcha con el objetivo de reducir las posibilidades de contagio del coronavirus.