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El plan ministerial relega la vacunación a los directivos sanitarios por si no llegan las dosis

Indignación y hartazgo: los sanitarios explotan al saber que “se coló gente de los despachos” con profesionales en primera línea aún sin vacunar

El Instituto Pasteur abandona su vacuna más avanzada contra la covid-19

La estrategia de vacunación diseñada y actualizada por el Ministerio de Sanidad establece que todo aquel que no está en primera línea de atención a pacientes infectados por el covid-19 debe esperar para ser vacunado. Directivos y liberados sindicales se encuadrarían en el tercer grupo de vacunación en función de su riesgo de exposición. El documento da además dos razones: la “disponibilidad limitada de dosis y la necesidad de vacunar en el menor plazo de tiempo posible a las personas con un alto riesgo de enfermedad grave y de muerte” si se contagian.

La Consejería de Salud matizó ayer a última hora su versión de que “los directores son profesionales y depende de las actuaciones que realicen están en el grupo 2 o en el grupo 3”. Y añadió que Asturias es un modelo en eficacia del proceso de vacunación –a un ritmo del 97,1% de administración– “del que todos debemos sentirnos orgullosos”.

La polémica surgió por el proceso de inmunización y su registro –que recogía en internet 3.000 dosis sin destinatarios claros en Asturias, tal y como desveló LA NUEVA ESPAÑA– y después de que trascendieran las vacunaciones de una edil de Castrillón, que además es liberada sindical, y del presidente del Montepío de la Minería. La Consejería de Salud admitió que en Asturias se ha vacunado a directivos, alegando que “no están en los despachos”, y a los directores de los geriátricos públicos que gestiona el ERA, porque “les corresponde según la relación de puestos de trabajo”, afirmaron desde la Consejería de Derechos Sociales. También a liberados sindicales porque, según Salud, pueden ser llamados para que se reincorporen a sus puestos.

La estrategia de vacunación marcada por el Ministerio de Sanidad

GRUPO 1

Residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en residencias de personas mayores y de atención a grandes dependientes.

GRUPO 2

Personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario. Y concreta:

Personal en el ámbito sanitario que trabaja de cara al paciente, en los siguientes entornos incluidos los que desempeñan otras funciones distintas a la prestación de servicios sanitarios: administrativo, limpieza, voluntariado, estudiantes, etc.

Unidades, consultas o circuitos covid.Puertas de entrada de pacientes agudos a los servicios de salud (servicios de admisión, urgencias, emergencias, atención primaria, servicios de prevención de riesgos laborales, instituciones penitenciarias y cualquier especialidad que reciba pacientes agudos).

Personal de unidades móviles de atención directa a pacientes covid-19.

Transporte sanitario urgente.

Servicios de cuidados intensivos u otras unidades que asuman estas funciones en caso necesario.

Cualquier servicio de cuidado no intensivo donde se realicen procedimientos que puedan generar aerosoles.

Servicios y unidades con pacientes de alto riesgo(oncología, hematología, etc.). o servicios centrales donde se toman y manipulan muestras que potencialmente pueden contener virus viables.

Personal sanitario de salud públicaque trabaja en la gestión directa de la pandemia y en función de su riesgo de exposición.

Personal de los equipos de vacunación, incluyendo a aquellas personas de salud laboral y medicina preventiva que van a participar en la administración de las vacunas frente al covid-19.

Personal del ámbito sociosanitario.Incluye al personal que trabaja en otros centros de atención a personas mayores y de riesgo diferentes a los residenciales incluidos en el grupo 1. No incluye a quienes trabajan proporcionando cuidados estrechos a personas de poblaciones de riesgo en sus hogares (mayores, personas dependientes, enfermos, etc.) ni a los cuidadores no profesionales (familiares, convivientes…).

GRUPO 3

Otro personal sanitario y sociosanitario.

Se refiere a todo el personal que no está en primera línea y que trabaja en centros sanitarios o sociosanitarios.Se dará prioridad al personal del ámbito sanitario y de atención primaria en función del riesgo de exposición y de la posibilidad de adoptar las medidas de protección adecuadas.

GRUPO 4

Personas consideradas como grandes dependientes (grado III de dependencia, con necesidad de intensas medidas de apoyo) que no viven en residencias.

Respecto al personal sociosanitario que no es de primera línea, solo se vacunará al que atiende de manera profesional a grandes dependientes que no están institucionalizados. Si es más factible, se vacunarán al mismo tiempo que la persona a la que asistan, en el grupo 4 (grandes dependientes).

GRUPO 5

Personas mayores de 80 años y más que no residen en geriátricos

La estrategia de vacunación marcada

por el Ministerio de Sanidad

GRUPO 1

Residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en residencias de personas mayores y de atención a grandes dependientes.

GRUPO 2

Personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario. Y concreta:

Personal en el ámbito sanitario que trabaja de cara al paciente, en los siguientes entornos incluidos los que desempeñan otras funciones distintas a la prestación de servicios sanitarios: administrativo, limpieza, voluntariado, estudiantes, etc.

Unidades, consultas o circuitos covid.Puertas de entrada de pacientes agudos a los servicios de salud (servicios de admisión, urgencias, emergencias, atención primaria, servicios de prevención de riesgos laborales, instituciones penitenciarias y cualquier especialidad que reciba pacientes agudos).

Personal de unidades móviles de atención directa a pacientes covid-19.

Transporte sanitario urgente.

Servicios de cuidados intensivos u otras unidades que asuman estas funciones en caso necesario.

Cualquier servicio de cuidado no intensivo donde se realicen procedimientos que puedan generar aerosoles.

Servicios y unidades con pacientes de alto riesgo(oncología, hematología, etc.). o servicios centrales donde se toman y manipulan muestras que potencialmente pueden contener virus viables.

Personal sanitario de salud públicaque trabaja en la gestión directa de la pandemia y en función de su riesgo de exposición.

Personal de los equipos de vacunación, incluyendo a aquellas personas de salud laboral y medicina preventiva que van a participar en la administración de las vacunas frente al covid-19.

Personal del ámbito sociosanitario.Incluye al personal que trabaja en otros centros de atención a personas mayores y de riesgo diferentes a los residenciales incluidos en el grupo 1. No incluye a quienes trabajan proporcionando cuidados estrechos a personas de poblaciones de riesgo en sus hogares (mayores, personas dependientes, enfermos, etc.) ni a los cuidadores no profesionales (familiares, convivientes…).

GRUPO 3

Otro personal sanitario y sociosanitario.

Se refiere a todo el personal que no está en primera línea y que trabaja en centros sanitarios o sociosanitarios.Se dará prioridad al personal del ámbito sanitario y de atención primaria en función del riesgo de exposición y de la posibilidad de adoptar las medidas de protección adecuadas.

GRUPO 4

Personas consideradas como grandes dependientes (grado III de dependencia, con necesidad de intensas medidas de apoyo) que no viven en residencias.

Respecto al personal sociosanitario que no es de primera línea, solo se vacunará al que atiende de manera profesional a grandes dependientes que no están institucionalizados. Si es más factible, se vacunarán al mismo tiempo que la persona a la que asistan, en el grupo 4 (grandes dependientes).

GRUPO 5

Personas mayores de 80 años y más que no residen en geriátricos

La estrategia de vacunación marcada por el Ministerio de Sanidad

GRUPO 1

Residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en residencias de personas mayores y de atención a grandes dependientes.

GRUPO 2

Personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario. Y concreta:

Personal en el ámbito sanitario que trabaja de cara al paciente, en los siguientes entornos incluidos los que desempeñan otras funciones distintas a la prestación de servicios sanitarios: administrativo, limpieza, voluntariado, estudiantes, etc.

Unidades, consultas o circuitos covid.Puertas de entrada de pacientes agudos a los servicios de salud (servicios de admisión, urgencias, emergencias, atención primaria, servicios de prevención de riesgos laborales, instituciones penitenciarias y cualquier especialidad que reciba pacientes agudos).

Personal de unidades móviles de atención directa a pacientes covid-19.

Transporte sanitario urgente.

Servicios de cuidados intensivos u otras unidades que asuman estas funciones en caso necesario.

Cualquier servicio de cuidado no intensivo donde se realicen procedimientos que puedan generar aerosoles.

Servicios y unidades con pacientes de alto riesgo(oncología, hematología, etc.). o servicios centrales donde se toman y manipulan muestras que potencialmente pueden contener virus viables.

Personal sanitario de salud públicaque trabaja en la gestión directa de la pandemia y en función de su riesgo de exposición.

Personal de los equipos de vacunación, incluyendo a aquellas personas de salud laboral y medicina preventiva que van a participar en la administración de las vacunas frente al covid-19.

Personal del ámbito sociosanitario.Incluye al personal que trabaja en otros centros de atención a personas mayores y de riesgo diferentes a los residenciales incluidos en el grupo 1. No incluye a quienes trabajan proporcionando cuidados estrechos a personas de poblaciones de riesgo en sus hogares (mayores, personas dependientes, enfermos, etc.) ni a los cuidadores no profesionales (familiares, convivientes…).

GRUPO 3

Otro personal sanitario y sociosanitario.

Se refiere a todo el personal que no está en primera línea y que trabaja en centros sanitarios o sociosanitarios.Se dará prioridad al personal del ámbito sanitario y de atención primaria en función del riesgo de exposición y de la posibilidad de adoptar las medidas de protección adecuadas.

GRUPO 4

Personas consideradas como grandes dependientes (grado III de dependencia, con necesidad de intensas medidas de apoyo) que no viven en residencias.

Respecto al personal sociosanitario que no es de primera línea, solo se vacunará al que atiende de manera profesional a grandes dependientes que no están institucionalizados. Si es más factible, se vacunarán al mismo tiempo que la persona a la que asistan, en el grupo 4 (grandes dependientes).

GRUPO 5

Personas mayores de 80 años y más que no residen en geriátricos

Tanto estas vacunaciones como las explicaciones de la gerente del Servicio de Salud (Sespa), Concepción Saavedra, han caído como una bomba entre el personal sanitario, que habla de “indignación, rabia” y hasta de “hartazgo”, porque todavía hay profesionales en primera y segunda línea que no han sido vacunados, según confirmaron fuentes sindicales y varios sanitarios.

El cabreo aún es mayor teniendo en cuenta que no está segura la disponibilidad de las 11.700 dosis semanales (2.340 viales) que están comprometidas para Asturias, y que ya obligaron a cambiar la estrategia de vacunación la semana pasada. Este lunes sí llegaron, confirmó ayer Salud –un día después de que preguntara este periódico–, y señaló que esta remesa “permitirá seguir avanzando para completar con éxito la campaña entre quienes viven o trabajan en las residencias y continuar la vacunación de los trabajadores y trabajadoras de la sanidad”.

Tampoco ayer hubo respuesta a las preguntas de este diario para que se concreten más datos, como las cifras de directivos y liberados inmunizados. La confirmación de que se habían destinado dosis a personal de gestión y liberados sindicales la realizó el lunes la gerente del Sespa en declaraciones grabadas sin opción a ser interpelada. Ayer, a última hora, Salud indicó que dispone de un registro “donde consta la identidad de usuarios y profesionales que están siendo vacunados, así como sus datos de vacunación. Se está evaluando cada una de las vacunaciones según las instrucciones de Salud Pública y del Ministerio”.

Según fuentes del ámbito laboral sanitario y sociosanitario, la mayoría de los liberados sindicales que fueron tanteados para reincorporarse a sus puestos en algún momento de la pandemia alegaron patologías de riesgo, como asma, y siguieron liberados. Sin embargo, algunos de ellos sí acudieron a la llamada para arrimar el hombro durante la pandemia.

La estrategia de vacunación del Ministerio de Sanidad especifica el orden de los grupos. Primero, los residentes en geriátricos y el personal sanitario y sociosanitario de las residencias.

Una enfermera prepara la dosis de vacuna en uno de los días de inmunización.

El grupo 2 incluye al personal sanitario “que trabaja de cara al paciente, incluidos los que desempeñan otras funciones distintas a la prestación de servicios sanitarios”, e incluye a “administrativos, personal de limpieza, voluntariado, estudiantes...”. Ahí está el personal de las ambulancias, que ya ha recibido al menos una dosis, según Transinsa. Y mete el Principado a, al menos, parte de sus directivos y de los liberados sindicales.

El grupo 3 es “para otro personal sanitario y sociosanitario”, y aquí sí especifica que incluye “al personal que no es de primera línea y que trabaja en centros y establecimientos sanitarios y sociosanitarios”. Y va más allá el texto al indicar que se deben establecer prioridades “en función del riesgo de exposición (...) y la posibilidad de adoptar las medidas de protección adecuada”.

 “Indignación, rabia, hartazgo y frustración” fueron adjetivos utilizados por Javier Santamaría, enfermero del HUCA y representante de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI), para explicar el ambiente que reina en el centro. Los trabajadores lamentan que algunos directivos se hayan “colado”, saltándose la estrategia de vacunaciones del Ministerio de Sanidad, mientras que aún queda personal que trabaja en primera línea contra el covid sin vacunar. “Desde los despachos no se atiende a pacientes”, apuntó Santamaría, que tildó de “frustrante” ver que “los líderes, que deberían dar ejemplo, son los primeros en vacunarse, por delante de los que están en primera línea y de los que hemos sufrido durante este año tan largo, lleno de sacrificios personales y profesionales... de los que hemos dado el cien por ciento”.

Antonio Matador, secretario general del sindicato médico SIMPA, apuntó que se está creando un “debate ficticio”, porque a su juicio “la mayoría se vacuna cuando le toca” y, aún más, “la inmensa mayoría de los sanitarios de primera línea ya se vacunaron”. Admitió “un problema de planificación” en el hospital Álvarez Buylla de Mieres, y “algún problema puntual” en el de Cabueñes de Gijón. “Quizá hubo falta de previsión en Asturias, porque en otras comunidades se reservaron vacunas para las segundas dosis. Aquí, al haber problemas de suministros hay mucha incertidumbre porque los que se pusieron la primera dosis no saben si recibirán la segunda a tiempo”, indicó. De ahí su mensaje al Principado: “No es necesario ser los primeros en todo”. En cuanto a posibles irregularidades en las vacunaciones, dijo: “Si hay responsabilidades, que se depuren”. 

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