La Guardia Civil de la Comandancia de Oviedo ha detenido a un praviano de 18 años como supuesto autor de dos delitos de robo con violencia e intimidación cometidos este verano y que habían generado gran alarma entre los vecinos de la zona. La investigación se inició en la última semana del mes de agosto, cuando un hombre de 70 años de edad acudió al Puesto de la Guardia Civil de Pravia para denunciar que, cuando se encontraba realizando la senda "de los kiwis” que va de Pravia a Forcinas, fue abordado por un joven que amenazándole con una navaja le exigió que le diera todo el dinero que llevaba encima, haciendo ademán de pincharle en varias ocasiones. El hombre le entregó lo que llevaba encima, unos veinte euros.

El denunciante describió al autor del robo como un varón joven, de tez morena, que llevaba una sudadera con capucha y una mascarilla quirúrgica. La noticia del robo se extendió por todo el concejo, causando cierta alarma entre los vecinos. Incluso el alcalde, David Álvarez, exhortó a las personas que pudieran verse asaltadas por este u otro atracador a presentar la correspondiente denuncia, ya que sin ella, ese delito no existía.

A principios del mes de septiembre, otro hombre de 70 años de edad acudió al Cuartel de la Guardia Civil para denuncia que, cuando abría la puerta de su portal en la localidad de Pravia, un joven se había abalanzado sobre él de forma muy agresiva, blandiendo una navaja. El denunciante utilizó un paraguas para defenderse, aunque el joven le acometió por encima del paraguas intentando alcanzarle con el arma blanca. Como consecuencia de estos hechos, la victima sufrió lesiones leves por las que tuvo que ser atendido en el Centro de Salud de Pravia.

La Guardia Civil de la Compañía de Pravia realizó una intensa y laboriosa investigación. Se realizaron multitud de identificaciones, filtrado de personas, visionado de grabaciones, barridos de redes sociales, gestiones con fuerza uniformada, apostaderos en zonas sensibles..., que culminaron con la identificación plena el autor de los delitos. La dificultad con la que se encontraron los agentes para localizar y detener al autor de los robos una vez identificado, radicó, en que sabedor de la gravedad de los delitos cometidos y de la alarma social causada había abandonado su domicilio habitual para ocultarse en casa de sus familiares de la localidad de Peñaullán, de donde apenas salía para evitar ser detenido.

Fue necesaria la realización de vigilancias discretas y apostaderos para detectar y confirmar su presencia en la vivienda y poder finalmente proceder a su detención. Con este arresto, la Guardia Civil frena la escalada violenta que venía observando el detenido y que de haber continuado podría haber desembocado en la comisión de hechos cuyas consecuencias pudieran ser de mayor gravedad para las posibles víctimas.