Un plan independiente para la evaluación del gasto público, otro para la reducción del mapa de áreas sanitarias, un acento en la "gestión integral" de la salud mental y otro en el "incremento significativo" de la dotación de la atención primaria. El diputado del Grupo Mixto, Armando Fernández Bartolomé, orienta en esas y otras muchas direcciones las peticiones que ha hecho llegar al Gobierno para su discusión en el marco de la negociación sobre el presupuesto autonómico para 2023. La aritmética parlamentaria ha dado importancia al voto solitario de Bartolomé, que desde el comienzo de la negociación se puso "a tiro" del Gobierno, por utilizar la terminología de Adrián Barbón. Una vez despejado el apoyo de IU tras los avances registrados por la coalición en sus conversaciones con el Ejecutivo, un voto más bastaría para llevar hasta el éxito parlamentario el proyecto de cuentas todavía no presentado por el Principado.

El diputado que lo fue de Ciudadanos pone condiciones para su sí, y están en un extenso documento enviado al Gobierno. Además de lo citado, y sin detalle de cuantías concretas, demanda el "diseño y puesta en marcha de una app de acceso completo a los servicios del SESPA". Reclama, fuera de la sanidad, "un sistema de incentivos al empleo para los perceptores del salario social similar al aprobado por el Consejo de Ministros", "un pacto asturiano por la educación" que se plasme en una ley educativa autonómica, un "plan de recolocación de trabajadores mayores de 45 años o un "Plan especial para la recuperación de los senderos de Asturias y su aprovechamiento turístico".