Las urgencias hospitalarias se disparan: un 7% más de pacientes que antes del covid

Listas de espera, déficits en atención primaria y complicaciones de patologías crónicas empujan a los usuarios a un servicio siempre abierto

Zona de acceso al área de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo. | Irma Collín

Zona de acceso al área de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo. | Irma Collín

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

La presión sobre los servicios de urgencias de los hospitales de la región aumenta sin cesar. Un termómetro muy preciso de esta tendencia lo ofrece el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que en lo que va de año ha atendido en su área emergencias a un promedio diario de 346 pacientes adultos. A falta de computar los datos de diciembre, esta cifra –que no incluye niños ni urgencias ginecológicas y obstétricas– va a superar con creces todas las registradas con anterioridad. En 2019, año de máximos hasta el momento, la media había sido de 324 enfermos al día. Por consiguiente, el aumento con relación a antes de la pandemia de covid-19 se sitúa en el 6,8 por ciento.

Factores.

A juicio de los conocedores del sector sanitario, en esta evolución se observan, al menos, tres causas: las listas de espera en atención especializada, los déficits en atención primaria y las descompensaciones de enfermos crónicos mal controlados.

Casi 32.000 usuarios más que en El Cristo.

Si diciembre mantiene la media de los meses precedentes, el complejo sanitario de Oviedo terminaría el año con 22 pacientes diarios más que en 2019. Traducido al año completo, significaría unas 8.030 urgencias más que el ejercicio que hasta ahora presentaba la cifra más elevada, para llegar a un total cercano a 126.300. Si se echa la vista más atrás, por ejemplo a 2013, último año completo del HUCA en su antiguo emplazamiento del barrio ovetense del Cristo, la diferencia es de 87 enfermos más al día (casi 32.000 más en todo el año). Durante los años 2020 y 2021, periodo con más impacto de crisis del covid, la afluencia de enfermos al servicio de urgencias fue menor que en los años anteriores y que en el posterior.

El cambio de emplazamiento.

El HUCA rebasó por vez primera los 100.000 pacientes urgentes en 2015, primer ejercicio completo del centro sanitario en la actual ubicación de La Cadellada. En aquel momento, entre los responsables sanitarios se manejaron varias hipótesis para explicar el aumento de enfermos, entre ellas la confianza que generaban en los usuarios las instalaciones y los equipamientos del nuevo HUCA, y también un par de detalles de apariencia más trivial: las buenas conexiones del hospital por carretera y la amplitud de sus aparcamientos. Siete años después, la cifra anual registrada es superior en cerca de 25.000 usuarios, que implica un aumento cercano al 24,5 por ciento.

Problemas de acceso a los centros de salud.

¿Cómo se explica esta subida de las urgencias hospitalarias? Los conocedores del sector manejan varios factores cuya incidencia se suma. Entre las posibles explicaciones, ocupan un lugar preponderante los problemas de acceso a los centros de salud. Ya sea por problemas con las líneas telefónicas, por demoras para conseguir consultas o por algunos déficits en los servicios de urgencias de la red de atención primaria, los pacientes buscan soluciones donde tienen la seguridad de encontrarlas. Y, a día de hoy, ese lugar son los servicios de urgencias hospitalarias, donde las puertas están abiertas las 24 horas del día en los 365 días del año, y sin filtros previos. Lo peor que puede suceder al usuario es que haya de soportar una espera larga, pero no parece que en los últimos meses estas demoras hayan generado demasiadas protestas significativas.

Listas de espera.

Otro elemento que está influyendo sobre las urgencias hospitalarias son las grandes listas de espera para operarse, someterse a una prueba diagnóstica o ser visto por el especialista. Ante la falta de diagnóstico o la persistencia de molestias o dolores, de nuevo resulta relativamente frecuente que algunos pacientes busquen respuestas o remedios en los servicios de urgencias de los hospitales.

Enfermos crónicos.

Y un tercer factor que puede estar incrementando la presión sobre las urgencias hospitalarias es ese indefinido contingente de ciudadanos que, según todos los indicios, han visto mermado el control de sus enfermedades crónicas desde el inicio de la pandemia de covid. Se trata de un colectivo de evolución incierta que también padece las deficiencias de la red de atención primaria y que termina recalando en un espacio sanitario en el que confía ver mejorada su situación.

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