Me quedo en el pueblo

Una historia de hidromiel que se escribe en Asturias

Tres ingenieros químicos elaboran esta bebida desde 2019 en el centro El Sabil de Santo Adriano, ofertando un producto novedoso, fresco y para todo tipo de público; "este año esperamos empezar a exportar a Alemania", dicen

Sergio Seronero, a la  izquierda, y Samuel Marqués, con su hidromiel.

Sergio Seronero, a la izquierda, y Samuel Marqués, con su hidromiel. / Ana Paz Paredes

"El hidromiel es la bebida alcohólica fermentada más antigua de la Humanidad, más incluso que la cerveza. Hay documentos que la citan ya 4.000 años antes de Cristo e incluso se encontraron restos arqueológicos de unos 6.500 antes de Cristo de una vasija con polen, cera y levadura, lo que hace suponer que contenía hidromiel", explica Samuel Marqués García, quien, junto con su socio Sergio Seronero Llorente, sacó a la venta su primer lote de Zángana, como se llama su hidromiel, el 30 de marzo de 2019. El tercer socio en esta empresa rural, que por motivos de trabajo reside actualmente fuera de España, es Óscar Álvarez Machancoses.

Los dos productores, junto a varias cajas que contienen su hidromiel, "Zángana".

Los dos productores, junto a varias cajas que contienen su hidromiel, "Zángana". / Ana Paz Paredes

Los tres se encontraron estudiando Ingeniería Química, carrera en la que se licenciaron. "Nos conocimos en la asignatura de Empresa y los tres teníamos claro que queríamos emprender en Asturias. A mí, personalmente, me gustaba mucho el mundo de la agroalimentación y le comenté la idea a mis compañeros. Además hice un máster en gestión y desarrollo de industria alimentaria en la Universidad de Oviedo que nos sirvió mogollón cuando decidimos sacar adelante nuestra producción de hidromiel", explica Sergio Seronero. Tanto él como Samuel Marqués coinciden en señalar que les gustaba el mundo de las bebidas fermentadas y que, cuando decidieron emprender, comprobaron que en materia de cerveza artesana ya había en Asturias multitud de marcas. "En 2017 empezamos a hacer nuestras primeras pruebas con el hidromiel. En España había muy pocas empresas que la realizaban y vimos que el Norte estaba prácticamente desierto en esta elaboración. Miramos varios sitios, encontramos este en el Centro de Empresas El Sabil, y nos pusimos a ello", añade Samuel.

Los productores ya fabrican seis variedades de su hidromiel, algunas en la imagen.

Los productores ya fabrican seis variedades de su hidromiel, algunas en la imagen. / ANA PAZ PAREDES

Sus vidas transcurren cada día entre Piedras Blancas y Avilés, donde viven, y su fábrica en Villanueva. Además, Samuel también está ligado a la zona a modo personal pues está casado con una quirosana, natural de Pedroveya. "Estábamos buscando locales donde poner en marcha nuestra fábrica y mi suegro me habló que había quedado libre este local donde antaño estuvo la fábrica de cerveza Cotoya. Cuando empezamos aquí solo estaba Rufino, no había más emprendedores; no como ahora, que está lleno", dice Samuel. Y Sergio añade: "A nivel estructural y para lo que queríamos hacer, el local estaba perfecto". Ambos están de acuerdo en que, cuando empezaron, contaron con mucho apoyo por parte del Ayuntamiento. "Nos dieron todo tipo de facilidades, otra cosa ya es la burocracia en sí: aduanas, impuestos especiales. Tenemos otra carrera que no tiene título, la de leyes e impuestos", bromea Samuel Marqués, quien, sobre su producto, matiza que "hacemos un hidromiel para todo el mundo, que sea agradable de beber, no algo empalagoso; lo que hacemos es un refresco alcohólico que guste a gente de todas las edades, no solo al público joven".

Los productores, en su fábrica en El Sabil, en Villanueva (Santo Adriano).

Los productores, en su fábrica en El Sabil, en Villanueva (Santo Adriano). / Ana Paz Paredes

Los ingredientes fundamentales del hidromiel son agua, miel y levadura. "En nuestro caso, con agua del manantial de Las Xanas", recuerdan. Hasta hoy cuentan ya con seis variedades: la original, que es semidulce; la "Primavera", con menor graduación; una con especias y otra con frutos rojos; la "Asturiana", con la que han entrado en Alimentos del Paraíso, y la "Eco", certificada en ecológico. En 2022, recuerdan, vendieron unas 35.000 botellas, es decir, unos 12.000 litros de hidromiel Zángana. Ellos, que encontraron en el medio rural su lugar para emprender, señalan que, a día de hoy, "emprender con agroalimentación en una zona rural tiene futuro, si no lo creyéramos no estaríamos aquí. Aquí tenemos una gran capacidad de crecimiento sin la necesidad de grandes obras. Creemos que estamos en el buen camino. Uno de nuestros proyectos es exportar a Alemania e incluso pensamos en contratar otra persona, en caso de que nuestro socio siguiese fuera".

Los productores muestran cuatro de las seis variedades que fabrican de hidromiel.

Los productores muestran cuatro de las seis variedades que fabrican de hidromiel. / Ana Paz Paredes

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