Un asturiano en el top mundial de la ornitología

Daniel López-Velasco comenzó con 5 años a observar aves y ahora, con 35 y tras una década como guía por medio planeta con la empresa líder del sector, impulsa con tres compañeros su propia firma de turismo de naturaleza

Daniel López-Velasco, durante una  expedición por Kazajistán.

Daniel López-Velasco, durante una expedición por Kazajistán. / Daniel López-Velasco.

Mariola Riera

Mariola Riera

Daniel López-Velasco llegó hace poco de la isla de Borneo y mientras se leen estas líneas anda por Senegal, de donde regresará en Semana Santa. Después, en unos cuantos días, se irá a Mongolia, lugar al que regresará de nuevo a finales de año. Antes tiene previsto viajar, si la situación política lo permite, a Perú y también a Chile. En su agenda del año que viene figuran Fiyi y Nueva Caledonia, Nepal, quizás las remotas islas Tuamotu en el Pacífico... Todo esto por y para las aves, que son las que hacen que este asturiano natural de Salinas (Castrillón) recorra medio planeta. Tiene 35 años y lleva haciéndolo profesionalmente desde hace diez, aunque ya de niño, con 5 o 6 años, se le podía ver con los prismáticos observando pájaros, aunque entonces estaban estos algo más cerca, bien por su localidad natal o en la ensenada de Zeluán, en la ría de Avilés.

Daniel López-Velasco, en Oviedo, posando para LA NUEVA ESPAÑA poco antes de irse a Senegal.

Daniel López-Velasco, en Oviedo, posando para LA NUEVA ESPAÑA poco antes de irse a Senegal. / LUISMA MURIAS

Daniel López-Velasco es, además de médico (especializado en psiquiatría), guía ornitológico y está considerado experto en "rarezas". Lo que empezó como una afición derivó en pasión y desde 2012 es su profesión tras ser fichado por la empresa británica líder del sector a nivel mundial. Ahora, inicia una nueva etapa con su propia compañía, Ornis Birding Expeditions, fundada junto a otros dos compañeros, el australiano Joshua Bergmark y el suizo Julien Mazenauer.

Un asturiano en el top mundial de la ornitología

Daniel López-Velasco, con una mariposa luna malaya sobre su gorra. / D. L. V.

Los tres son de los pocos en el mundo –una veintena tal vez, calcula el asturiano– con un nivel de especialización máximo, guías por lugares remotos y poco conocidos que ofrecen muchas facilidades y permiten ver aves raras, únicas, que solo habitan en determinados espacios. Forman parte, por decirlo de alguna manera, del top mundial del turismo ornitológico.

"Tenemos más guías de apoyo y, por supuesto, siempre contamos con los locales, algo fundamental en todos los sentidos", explica López-Velasco a LA NUEVA ESPAÑA pocas horas antes de partir a Senegal, su primer destino con Ornis. Lo tiene claro: "Apoyar a los locales es clave para que todos podamos seguir haciendo nuestro trabajo, porque permitirá que esos lugares se beneficien de nosotros con el dinero que generamos allí. En Papúa, por ejemplo, han pasado de matar un pájaro a protegerlo al darse cuenta de que el turismo de naturaleza les genera más beneficios que la caza. Además, los guías del lugar ayudan mucho, sin ellos es imposible. El de Senegal es prácticamente un amigo, de hecho, le llevo medicamentos que allí no tiene. Hay un contacto estrecho".

Un colibrí de Elliot, de Centroamérica

Un colibrí de Elliot, de Centroamérica / Daniel López-Velasco

Disponen en Ornis de una buena cartera de clientes por todo el mundo, fruto del buen trabajo de los tres compañeros anteriormente. Hay dos tipos de perfiles entre los que se apuntan a estos viajes. Por supuesto, explica el ornitólogo, personas muy interesadas y especializadas, con un cierto nivel de exigencia. Pero también los amantes de la naturaleza en general, a los que les gusta conocer sitios distintos, exóticos, remotos. "Hay mucho jubilado, pues son los que tienen tiempo para irse tres semanas, un mes... Por esto tendemos a hacer expediciones de quince días máximo, un plazo del que todo el mundo puede disponer", señala el asturiano. Tienen planificación y reservas de aquí a dos años, algo obligado dadas las limitaciones de algunos destinos en cuanto a alojamiento o transporte, a lo que se añade que las expediciones deben realizarse en una determinada fecha para poder observar un ave en concreto.

López-Velasco y sus socios han abierto su oferta a la observación de otros animales exóticos, como el leopardo de las nieves en el Himalaya, el panda rojo de Nepal, tigres en India... Pocos lugares le quedan por descubrir y pocas cosas por ver. Calcula que ha visto más de 7.000 especies en unos 90 países. Aunque sí que tiene destinos pendientes que se le resisten. Uno es Siberia, donde habita de forma exclusiva una gaviota, la rosada o de Ross. "Iba a ir en 2020 y la pandemia me lo impidió. Lo trasladé a 2021 y tampoco pudo ser por el covid. Y en 2022, Putin invadió Ucrania y la situación se puso difícil", cuenta. Otra expedición que anhela es al lejano archipiélago de Tuamotu, en la Polinesia Francesa, al que solo se llega en un barco que viaja una sola vez al año y desde la pandemia se ha suspendido la línea. Allí, en la otra punta del planeta, quiere el guía asturiano encontrarse con un exclusivo pájaro.

Faisán coliblanco, de Borneo.

Faisán coliblanco, de Borneo. / Daniel López-Velasco

Son las aves las que mueven a Daniel López-Velasco por todo el mundo, pero también, expresa, su cada vez mayor atracción por la soledad total, el aislamiento de todo y de todos, algo complicado en los tiempos que corren con los móviles e internet. "Pero aún quedan muchos lugares vírgenes por descubrir, aunque parezca que no. Una de mis mejores experiencias han sido diez días sin planificación previa recorriendo la frontera entre Tayikistán y Afganistán. Fue increíble la desconexión, el aislamiento", asegura.

Tiene mil y una aventuras que contar de todos sus viajes, algunas no precisamente agradables, y uno de sus lamentos es no llevar un diario, propósito que tiene cada vez que parte de Asturias, donde está su casa y adonde siempre le gusta volver. "La gente pregunta por esto, se nos conoce por todo el mundo, aquí hay mucho potencial como destino de naturaleza, no somos conscientes de la riqueza que tenemos: Somiedo, Cabo Peñas, los Picos, Teverga...", asegura el ornitólogo, a quien con el tiempo le gustaría centrarse en el Principado, para lo que incluso ha registrado el nombre de la empresa, Natur Dani Tours.

Con todo, es también algo pesimista y crítico con la forma de hacer las cosas en su tierra: "No podemos llamarnos Paraíso Natural y luego atentar contra él. Pensemos en alguien de la otra punta del planeta que paga miles de euros por una expedición en Asturias y, a medida que llega, se encuentra las sierras y la costa llenas de eólicos, que provocan un escarnio entre las aves; ve varios incendios provocados en los montes, y se entera de que se matan lobos a tiros. Me temo que acto seguido daría la vuelta". Queda dicho.

Reproducciones de las dos fotos con premio de López-Velasco por SEO/Birdlife y la Feria de Monfragüe

Montaje con las fotografías de gaviotas de Sabine (izquierda) y de un albatros real del Sur (derecha) premiadas en concursos. | D. L.-V. / D. L. V.

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Una cosa lleva a otra y los viajes por medio mundo detrás de las aves de Daniel López-Velasco han hecho que este desarrolle otra afición, la fotografía de naturaleza. Al profesor ovetense y reconocido fotógrafo Mario Suárez Porras le atribuye todo lo que sabe: "Ha sido quien más me ha influido en este campo". Así las cosas, el ornitólogo acaba de hacerse con dos premios: en la Feria de Turismo Ornitológico (FIO) de Monfragüe, el primero en la categoría de aves en su entorno con la imagen "Albatros al viento"; y un accésit con una foto de gaviotas de Sabine en el mar en el certamen "Fotoaves 2022", de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), de cuyo Comité de Rarezas forma parte desde que tenía 20 años.

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