La Casa Malva y otros ejemplos, refugio para mujeres vulnerables

En el corazón de Gijón, el Centro de Atención Integral a Mujeres Víctimas de la Violencia de Género, conocido como "La Casa Malva," representa un hito en España al ser el primero en ponerse en marcha en concordancia con las disposiciones de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.

Metodología innovadora para una recuperación integral

La singularidad de "La Casa Malva" no solo radica en su carácter pionero, sino también en su metodología de intervención multidisciplinar. Este enfoque garantiza el derecho a una asistencia social integral, conforme al artículo 19 de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Este derecho implica acceso a servicios sociales de atención, emergencia, apoyo, acogida y recuperación.

Infraestructuras que brindan esperanza

El centro, financiado por el Principado de Asturias y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, consta de dos edificaciones: el Centro de Atención Integral y el Edificio de Viviendas Tuteladas.

El Centro de Atención Integral ofrece 10 pisos de emergencia y 20 pisos de larga estancia, diseñados para proporcionar protección y condiciones de recuperación personal. Incluye despachos para profesionales, sala de estar, ludoteca y cocina-comedor, creando un entorno que fomenta la reorganización hacia una vida autónoma.

El Edificio de Viviendas Tuteladas comprende 12 viviendas unifamiliares equipadas, destinadas a mujeres con mayores dificultades para organizarse de forma autónoma. Este espacio facilita un período intermedio de adaptación durante un máximo de 18 meses antes de la transición a la independencia plena.

Ambas estructuras son accesibles para personas con discapacidad y comparten un patio exterior con área de juegos infantiles para las familias.

Compromiso con la recuperación integral

El proyecto de intervención de "La Casa Malva" se extiende a la Red Regional de Casas de Acogida, asegurando una atención integral en todas las áreas clave para la recuperación de las mujeres víctimas de violencia. Su carácter innovador se refleja en la articulación de servicios públicos, la integración en la comunidad, la especialización del personal y la adaptabilidad a las necesidades cambiantes.

Con un enfoque bio-psico-social y una atención multidisciplinaria, el centro promueve la participación activa de las mujeres en su proceso de recuperación, abordando aspectos físicos, psicológicos y sociales. La continua evaluación garantiza la mejora constante, mientras que la intervención ambulatoria amplía su alcance para beneficiar a mujeres fuera del centro.

Hacia un futuro sin violencia de género

"La Casa Malva" mira hacia el futuro con el compromiso de seguir siendo un faro de esperanza y recuperación para las mujeres víctimas de la violencia de género en Gijón y más allá.

Otras casas de acogida

La Red de Apoyo a Mujeres Víctimas de Violencia de Género, en un esfuerzo conjunto con diversos ayuntamientos, amplía su alcance con la incorporación de nuevos refugios y pisos tutelados, fortaleciendo así su compromiso con la protección y recuperación de mujeres en situación de vulnerabilidad.

Fruto de convenios estratégicos, la red suma dos aasas de acogida, proporcionando refugio seguro y apoyo esencial a mujeres en busca de respiro y protección. La casa de Oviedo, con una capacidad de 19 plazas, y la casa de Avilés, con 7 plazas, se erigen como bastiones de esperanza para aquellas que buscan alejarse de situaciones de violencia de género.

Además de los refugios, la red consolida su presencia con 22 Pisos Tutelados distribuidos estratégicamente en varias localidades. Gijón alberga 12 de estos hogares, mientras que Oviedo cuenta con 4. Avilés, Castrillón, Langreo, Valdés y Corvera completan la lista con una unidad cada uno.

Estos pisos tutelados no solo brindan un espacio temporal seguro, sino que también ofrecen un entorno que favorece la adaptación gradual hacia la independencia. El compromiso de la red con la diversidad geográfica garantiza que las mujeres en distintas comunidades tengan acceso a estos recursos vitales.