Lo que le costará al contribuyente medio asturiano el rechazo a ajustar el IRPF a la inflación: "Difícil de justificar"

"No deflactar el impuesto es una decisión política de difícil justificación", señala Valentín Pich, presidente del Consejo de Economistas de España

Lo que le costará al contribuyente medio asturiano el rechazo a ajustar el IRPF a la inflación: "Difícil de justificar"

Lo que le costará al contribuyente medio asturiano el rechazo a ajustar el IRPF a la inflación: "Difícil de justificar" / LNE

Pablo Castaño

Pablo Castaño

La negativa de los gobiernos de España y de Asturias a ajustar el Impuesto sobre la Renta de la Personas Físicas (IRPF) a la inflación está pasando factura a los contribuyentes. El Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) ha hecho cálculos y ha llegado a la conclusión de que no haber deflactado la tarifa estatal del impuesto de acuerdo al incremento de precios acumulado en los años 2021, 2022 y 2023 (16,1%) supone que un contribuyente medio vaya a pagar en la actual declaración de la renta 232,56 euros más (para el caso de un declarante con una renta anual del trabajo de unos 30.000 euros).

El sobrecoste por no haber corregido el 16,1% de inflación acumulada en estos tres años se cifra en 403,98 euros para un contribuyente con una renta anual del trabajo de 45.000 euros; en 611,74 euros, para una renta de 70.000 euros; y en 1.707,73 euros para contribuyente con una renta salarial elevada, de 350.000 euros. "Para las rentas bajas, cualquier ahorro es de más ayuda", puntualizó Raquel Jurado, técnica del Servicio de Estudios del REAF.

A preguntas de LA NUEVA ESPAÑA, los directivos del REAF precisaron que su estudio se centran únicamente en la tarifa estatal del IRPF, pero que para calcular la cuantía del impuesto en cada autonomía han tenido en cuenta que hay regiones en las que se han ajustado las tarifas autonómicas a la inflación (hasta once comunidades autónomas) y otras en las que no (entre las que está Asturias, que ha apostado como alternativa por ampliar las deducciones fiscales selectivas). Así, para un contribuyente medio con unas rentas del trabajo de 30.000 euros, pagará de IRPF en Asturias 4.956,20 euros. Si se deflactara la tarifa estatal para ajustarla al IPC del pasado año (3,2%), la cuota a pagar por ese contribuyente medio asturiano bajaría a 4.909,98 euros. Si se tuviera en cuenta el incremento medio de los salarios en 2023 (5,4%) descendería a 4.878,20 euros. Y si la tarifa estatal se deflacta según el IPC acumulado de 2021, 2022 y 2023, la tarifa caería a 4.723,64 euros con un ahorro fiscal de 232,56 euros.

Deflactar el IRPF consiste en corregir cada uno de los seis tramos de la tarifa del impuesto de acuerdo a la inflación para evitar que ningún contribuyente salte de tramo por el simple hecho de que su salario haya conservado su poder adquisitivo. "No deflactar el impuesto es una decisión política de difícil justificación porque los contribuyentes suben de tramo, se recauda más y no se da un respiro a los ciudadanos", señaló Velentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España –del que depende el REAF–, que subrayó la importancia técnica de ajustar las tarifas y aumentar los mínimos personales y familiares durante períodos de elevada inflación para preservar el poder adquisitivo de los ciudadanos.

Los economistas asesores fiscales también destacaron que hay limites de deducciones en el IRPF que han quedado desfasados con el fuerte incremento de los precios registrados en los últimos años. Así, Agustín Fernández, presidente del REAF, manifestó que "el límite de 2.000 euros para deducir los gastos de difícil justificación para empresarios y profesionales se ha quedado bastante obsoleto, porque desde el año 2007 no ha sido actualizado y debería de situarse cerca de los 2.800 euros, ya que la inflación acumulada desde 2007 ha sido de 40,27%".

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