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Nuria Varela: "La gran trampa ahora es confundir diversidad con igualdad"

"El hecho de que los niños no jueguen con muñecas les hace ser menos empáticos en su vida", afirma la escritora y artista visual Yolanda Domínguez

Nuria Varela: "La gran trampa ahora es confundir diversidad con igualdad"

"La trampa ahora es confundir la diversidad con la igualdad, no son lo mismo. Existen dos tipos de patriarcado: el que viene dado por la ley y el que surge del consentimiento". Así lo afirmó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Nuria Varela, directora general de Igualdad del Gobierno del Principado, en un acto organizado con motivo del Día Internacional de la Mujer, dedicado a hablar de la educación en igualdad para acabar con los estereotipos sexistas arraigados en la sociedad. Varela se mostró realista al afirmar que el gran paso hacia la igualdad no lo dará una ley, "sino un profundo cambio social".

Yolanda Domínguez, artista visual, escritora y experta en igualdad, puso ejemplos claros sobre lo que representa esa educación en igualdad: "El hecho de que los niños no jueguen con muñecas les hace ser menos empáticos; tampoco tienen interiorizado que deben cuidar de los demás, porque esa es una tarea que se atribuye a la mujer", recalcó.

Marián Moreno, profesora y asesora de Coeducación del Instituto Asturiano de la Mujer, aseguró que "es el momento ideal para reflexionar y sacar conclusiones; los niños y las niñas vienen a los colegios con una mochila de género sobre lo que es ser hombre o mujer. La coeducación pretende equilibrar estas carencias".

Público ayer en el Club Prensa Asturiana. | Luisma Murias

El rol de género se deja ver incluso en el uso de los espacios públicos, comunes, y dentro de ellos cobra especial relevancia en los patios de los colegios, tal como coincidieron en destacar las participantes en el acto, moderado por Alejandra Moreno, profesora de Filología de la Universidad de Oviedo, especialista en políticas de género.

"En los patios, el espacio central está ocupado por los niños que juegan al balón, y las niñas se quedan en la periferia", indicó Marián Moreno. "No hay cerebros masculinos ni femeninos; la industria juguetera ha desarrollado toda una serie de estrategias para separarnos. Los juegos de las niñas se desarrollan en ámbitos privados y los de ellos en espacios abiertos de los que luego se creen dueños y señores", recalcó Yolanda Domínguez, absolutamente convencida de que el arte puede cambiar el mundo. "La formación en igualdad es esencial y en Asturias tenemos la suerte de contar con mucha masa crítica", resaltó Marián Moreno.

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