El Gordo también llega desde Fonsagrada (Lugo) gracias a una lotera grandalesa

"Vender el primer premio es muy emocionante; lo compró mucha gente asturiana", afirma Otilia Díaz, que distribuyó 180 millones a uno y otro lado de la frontera asturgallega

Otilia Díaz, en el centro, acompañada por su marido, Antonio Campos, y su hija Alba, ayer, brindando en la administración de Fonsagrada.|   R. T. C.

Otilia Díaz, en el centro, acompañada por su marido, Antonio Campos, y su hija Alba, ayer, brindando en la administración de Fonsagrada.| R. T. C. / D. Álvarez/ T. Cascudo

D. Álvarez/ T. Cascudo

La grandalesa Otilia Díaz regenta desde hace veintidós años la única administración de lotería de la localidad lucense de Fonsagrada y ayer era una mujer feliz por haber vendido cuarenta y cinco series del gordo de la Lotería Nacional. No solo repartió la friolera de 180 millones de euros entre vecinos y visitantes, muchos de ellos asturianos, sino que, en el último momento, decidió quedarse un décimo del 05490, porque el 90 es el año de nacimiento de su hija. "Vender el Gordo es muy emocionante. Estamos muy contentos porque encima está muy repartido", señaló la feliz lotera, que lleva cuatro décadas en Galicia.

La lotera, que cogió el número "por casualidad", dice que se lo llevó mayoritariamente gente "a la que les da igual" la cifra porque los que eligen siempre tienen preferencia por los más altos. Está segura de que son muchos los asturianos agraciados, ya que es tradición viajar a pasar el día a la localidad fonsagradina y degustar el preciado pulpo. De hecho, una de las primeras llamadas que recibió ayer fue la de una mujer asturiana que había ido con su familia a comer al pueblo y se había llevado dos décimos. "Me llamó llorando porque había tenido un año regular y estaba como loca", cuenta con emoción la lotera.

A lo largo del día se fueron conociendo otros casos de vecinos de los concejos asturianos que hacen frontera con Fonsagrada. Una ganadera de Berducedo (Allande) llevó la fortuna a varios vecinos de Allande y Grandas de Salime, entre los que repartió ocho décimos. Aunque prefiere permanecer en el anonimato, uno de los afortunados explicó a LA NUEVA ESPAÑA que en su pueblo son cuatro los agraciados y que el dinero "ayudará mucho". "Fue algo inesperado, de esas casualidades que nunca piensas que puedan pasar", añade.

También en Santa Eulalia de Oscos y en Ibias, concejos con mucha vinculación con el lucense, hubo rumores durante toda la jornada al respecto de los posibles afortunados. Los consultados solo lamentan que el número no haya sido vendido por uno de los bares del pueblo, porque multiplicaría sustancialmente el número de agraciados en el Occidente de Asturias.

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