Damián Povedano bajaba en su Honda 600 ayer, pasadas las seis y media de la madrugada, de La Luz a Villalegre por la calle Reyes Católicos. Nasa más pasar el campo de fútbol del barrio y las obras del futuro aparcamiento, perdió la vida. Tenía 25 años.

La Policía Local trabaja con la hipótesis de que el motorista adelantó a un turismo en una curva con raya continua, es decir, una maniobra indebida. Según este mismo relato oficial, el motorista no pudo incorporarse a su carril porque se encontró con el Fiat Línea que conducía J. G. M., de 48 años. Como consecuencia del impacto, Povedano saltó por los aires dándose un golpe incompatible con la vida contra una acera y un bardial. Y, aunque llevaba casco, murió en el acto como consecuencia de un traumatismo craneo encefálico y otro torácico, según ha sabido este periódico.

Al poco del siniestro, los amigos de la víctima se fueron agrupando en la calle Domingo López, a pocos metros del lugar del accidente. Según llegaban, había abrazos, lágrimas indisimuladas, conversaciones con el móvil llenas de congoja: uno de ellos había muerto de repente. "Le vi unas horas antes", se lamentaba un amigo congelado por la noticia. Damián Povedano había estudiado en el Instituto de La Luz y, posteriormente, hizo un módulo de Integración Social.

La calle Reyes Católicos sale de una rotonda que distribuye el tráfico entre Molleda, Las Vegas, La Luz y Villalegre. El ramal en el que se produjo el accidente es la salida a la Autovía del Cantábrico. El motorista bajaba, según el testimonio recogido por la Policía, "a más velocidad de 50 kilómetros por hora". El adelantamiento se produjo en el inicio de una curva a la derecha marcada con una raya continua. Como consecuencia de la maniobra, Povedano no pudo devolver su moto al carril de bajada: se encontró con el coche de J. G. M.

La Policía Local atendió el aviso que había lanzado el testigo que llamó al 112. Tres patrullas se plantaron en el lugar de los hechos: una de ellas, encargada de hacer el atestado. Inmediatamente llegaron ambulancia y bomberos. El ir y venir de las sirenas despertó a algunos vecinos. Sin embargo, no fue hasta bien avanzada la mañana cuando comenzó a correr la noticia triste de que un joven de la zona de solo 25 años había muerto.

El conductor del Fiat Línea vio cómo el cuerpo del motorista se hundía en su vehículo y terminaba a unos diez metros de distancia. Según la Policía Local, el "shock" fue tan tremendo que el hombre "no podía ni moverse, ni pronunciar palabra alguna". Esa fue la razón de que los bomberos interviniesen. Lo excarcelaron, es decir, cortaron la chapa de vehículo para poder sacarlo. En un principio, las heridas del conductor del coche son leves. Las psíquicas, sin embargo, no han sido valoradas. La calle entera quedó cortada durante cerca de una hora, el tiempo que emplearon en trasladar al herido, por un lado, y al cuerpo sin vida de Damián Povedano, por otro.

Los agentes dibujaron con esprái en la calzada el lugar en que se produjo el impacto mortal: el lugar en que se detuvo el coche, la moto y dónde cayó golpeándose mortalmente. Según testimonios recogidos por este periódico, "la moto quedó para el desguace y el coche, muy tocado". Desde un primer momento, los agentes trataban de dilucidar la causa del accidente grave a partir del supuesto adelantamiento indebido. Los policías dejaron claro, en todo caso, que la raya continua es la señal de tráfico más importante en la calle Reyes Católicos.

Algunos vecinos de La Luz recordaron que en la parte superior de la calle -cerca de la salida a la Autopista- hay badenes "que muchos conductores salvan haciendo slalom". La Policía Local, sin embargo, aseguró que a la hora en que murió Povedano "no hay apenas tráfico en la vía". El poco que había, sin embargo, fue suficiente para que un vecino de la zona falleciese. A lo largo de la mañana, la pena fue recorriendo el barrio: había muerto de repente "un chico de toda la vida".