Sentido último adiós a "Angelín el del aeropuerto" en Avilés: "Su vida habéis sido vosotros"

La despedida del más veterano trabajador del aeródromo llena la iglesia de la villa: "En su trabajo encontró su vocación de servicio"

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Todos conocían a Ángel Suárez-Valdés Fernández. Y eso es normal: fue el más veterano de los trabajadores del Aeropuerto de Asturias. Pero este miércoles, a mediodía, Alfonso López Menéndez, el párroco de San Nicolás de Bari –la iglesia que acogió la misa funeral por el jefe de Escala de Iberia– lo imaginó asomado a la barandilla de la Santa Cueva y preguntándose: "¿Qué será de mi vida?" Y es que Suárez-Valdés antes de ser el que terminó siendo se formó durante dos años en la Escolanía de Covadonga, al pie "de los Picos de Europa", continuó el cura encargado de subrayar la vida de Suárez-Valdés. "La respuesta a esa pregunta que imagino que se hizo en Covadonga está aquí: su vida habéis sido todos vosotros", señaló.

Esos "todos vosotros" llenaron la iglesia de pena, de lágrimas, de incredulidad. Y de flores. Los accesos al templo de la villa se convirtieron en un altar improvisado donde amigos, compañeros de trabajo, familiares, "todos" quisieron rendir el último tributo a un hombre que, como continuó el sacerdote, hizo de su servicio a la gente "su vocación continuada". Porque, insistió López Menéndez, "si hay algo que merece la pena de la vida es hacérsela disfrutar a los que te acompañan". Y eso, los últimos acompañantes de Suárez-Valdés, fueron incontables en el medio siglo que se pasó trabajando en el aeropuertoa asturiano.

El velatorio de Suárez-Valdés fue en Oviedo. De allí llegó el coche fúnebre –un Mercedes de color negro–. Y lo hizo seguido de una segunda "carroza". Esta llena de ramos, de coronas... Media hora antes del oficio fúnebre, la campa de San Nicolás de Bari se había ido llenando de todos con los que Suárez-Valdés había compartido vida y desempeño.

Eso mismo lo habían señalado en las páginas de este diario la escritora María Teresa Álvarez –"cuántos favores nos has hecho querido Angelín. Cuántas papeletas nos has solucionado..."– y el expresidente de la Fundación Princesa de Asturias, Luis Fernández-Vega: "Hizo mucho más fácil transitar por el aeropuerto, hizo más fácil volar e hizo siempre en extremo fácil quererle". Esto último se notó mucho en su última despedida.

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