¿Por qué cierran tantos comercios en Avilés? El covid, la crisis y otras causas

El sector reclama "colaboración entre las administraciones" para fomentar las aperturas: ventajas fiscales y reducción de la burocracia

Greta Fernández, dueña de un local de ropa para ceremonia, en una imagen de archivo.

Greta Fernández, dueña de un local de ropa para ceremonia, en una imagen de archivo. / MARIA FUENTES

Saúl Fernández

Saúl Fernández

La falta de relevo generacional junto a los coletazos de la gran recesión (2008-2012), las consecuencias del covid y la caída poblacional en la comarca de Avilés explican, según opinión recogida de la Unión de Comerciantes (Ucayc), los cierres comerciales de los últimos diez años –actualmente, el número de negocios es un 15 por ciento inferior al que había hace una década–. Para evitar que la desaparición de empresas se incremente, el sector reclama "colaboración entre las administraciones para favorecer nuevas aperturas". Y esta colaboración tiene dos objetivos: ventajas fiscales y reducción y simplificación de la burocracia.

Los comerciantes avilesinos consideran que los cierres no tienen "una sola causa". Las cuatro causas juntas explican la pérdida de 65 comercios minoristas desde 2012 a 2021, según datos que recoge la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei), que toma como base datos de la Tesorería General de la Seguridad Social para este diagnóstico. Según estos datos, había 430 tiendas abiertas y ahora son 365.

"El sector comercial es movible: esa es su naturaleza. Por eso son muchas las tiendas que abren, que cierran o que crecen. Los dados del Sadei sorprenden porque la percepción era otra: más grave", valoran en la Ucayc. Y esa percepción es la que refiere a las calles con multitud de comercios cerrados.

La Sadei señala también que en esta última década el total de empleo en el sector el comercio minorista de Avilés ha disminuido desde 3.530 puestos de trabajo a 2.955 (2.139 asalariados y 816 autónomos). Estos números se corresponden a los que figuran en el convenio de comercio. "Esto quiere decir que la media de empleo es de una persona y media por local", destacan. Para la principal entidad del sector los datos "no son alarmantes con todo lo que hemos pasado", aunque hace tiempo que están prevenidos para evitar que esta caída de empleo se incremente todavía más.

Las medidas que los comerciantes reclaman para que el agujero del sector no profundice son varias. Reclaman "políticas para atender el reto demográfico" –en 2002 se contabilizaron 83.511 habitantes, frente a los 77.217 señalados en los registros del INE 1 de enero de 2022–. "El colchón industrial produce un nivel de rentas elevado y eso siempre beneficia al comercio. Lo que está sucediendo es que este colchón está empezando a ser menos confortable que antes", apuntan desde la Ucayc. Admiten, del mismo modo, que los comercios "tienen que apuntarse a la digitalización de sus ventas; tienen que complementar la tienda al pie de calle", recalcan.

Para levantar el vuelo, defienden, es precisa la colaboración de las administraciones regional y local.

El gobierno de Avilés no quiso opinar ayer sobre este asunto.

María José Acedo.

María José Acedo. / MIKI LOPEZ

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María José Acedo tiene una mercería en Las Meanas. «Cogí el traspaso hace 16 años y espero estar aquí hasta que me jubile, aunque la situación está muy mal», sentencia. La comerciante ha visto cómo ha cambiado «para peor» el negocio en todos estos años: «Entre todo lo que hay que pagar y lo poco que entra, hay meses de lo comido por lo servido», destaca. «Ya me gustaría estar como cuando empecé», reconoce.  

El perfil de sus clientes se mantiene inalterable desde que abrió su tienda (Mercería Anuka, en la esquina de la plaza La Guitarra con Francisco Orejas Sierra). Esto quiere decir, reconoce, que los jóvenes no entran en su local. ¿Cabe sumarse a la digitalización para solucionar esta caída en los números? María José Acedo cree que no. «¿Quién compra un carrete de hilo por Internet?», se lamenta. «Lo mío no es una tienda de ropa, una zapatería...», apostilla. 

Acedo decidió abrir su tienda  porque quería aprobar «una asignatura pendiente». Hasta entonces, hasta hace 16 años, «había trabajado en casa». Lo que se encontró entonces estaba bien, «pero ya no». Insiste: «Las cosas están mal», recalca. 

No está muy segura de dónde está la causa de la caída, pero intuye que la crisis del covid es protagonista de la caída de ingresos. Entonces comenzó a cambiar el modo en que los consumidores se acercan a las tiendas, a todas las tiendas, incluidas las de Avilés.

La comerciante considera que los impuestos, las rentas de los locales y la cuota de autónomos se han convertido en una losa para poder crecer y por eso sólo busca mantenerse. Siempre ha atendido la tienda sola. «No da para más». Pese a ello, Acedo mantiene el ánimo en su empresa y en las clientas –principalmente, son mujeres– que siguen comprando cada día en su local.

 La cifra actual de asalariados en el comercio minorista de la comarca de Avilés (2.139 personas), que es más del triple que la de autónomos (816), pero esa diferencia se está atenuando en los últimos años. La Unión de Comerciantes de Avilés y comarca (Ucayc) asegura que cada tienda da empleo a una persona y media. 

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