Entrevista |

"Somos el fruto de nuestra relación con los demás y también de lo que hemos leído", dice Luz Gabás

"La productora Plano a Plano ha comprado los derechos de ‘Lejos de Luisiana’ y la serie está ya desarrollando su fase embrionaria", señala la premio "Planeta"

Luz Gabás y su premio «Planeta». | Ferran Nadeu

Luz Gabás y su premio «Planeta». | Ferran Nadeu / Saúl Fernández

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Luz Gabás (Monzón, Huesca, 1968) es la autora de "Lejos de Luisiana", el último premio "Planeta" de literatura: un millón de euros, el mayor en lengua española. Conversa por teléfono, desde Sevilla, con LA NUEVA ESPAÑA porque esta tarde (20.00 horas) presenta su último libro en el Niemeyer.

–Cabía pensar que ahora, seis meses después del "Planeta", su gira hubiera terminado.

–La gira no termina. En su momento inicial es muy intensa y recorres media España, participas en encuentros, eventos... Imagino que cuando terminen las ferias, a mediados de junio, podré volver a la vida normal de un escritor.

–Salvo quizás "El latido de la tierra" sus historias se desarrollan en el pasado.

–El pasado es inspirador porque me suscita mucha curiosidad. Además, la Historia, así, en mayúsculas, siempre me ha gustado desde mi época de estudiante en el instituto. La razón, yo creo, son las preguntas sin resolver. La novela histórica es una herramienta útil para entender el presente.

–"Palmeras en la nieve" y "Lejos de Luisiana" se desarrollan en dos antiguos territorios españoles superdesconocidos.

–Las novelas que escribo deben tener un componente emocional conmigo misma. En "Palmeras en la nieve" estaba Guinea y las plantaciones de cacao en la que estuvo parte de mi familia. En "Lejos de Luisiana", el territorio también cobra especial protagonismo, pero no busco contar historias de colonias que no han sido noveladas. Llego a esta novela cuando estuve dando clase en los Estados Unidos. Primero fue Bernardo de Gálvez, el gobernador español de la época. Y de ahí empiezo a tirar. Estuvimos cuarenta años en un territorio que normalmente asociamos a Francia, pero en el que estuvimos más que los propios franceses.

–Estamos de Nueva Orleáns. El barrio Francés y todo eso.

–Nueva Orleáns se fundó en 1718 y fue francesa hasta 1763. Y luego fue española hasta 1803. Con todo esto encima quise saber más de aquella época, de lo que hicimos allí, de quiénes vivieron allí, de ese ambiente multicultural combinado con el de las primeras plantaciones y los esclavos. Así que, mientras más leía, más escenas surgían y cuantas más escenas tenía en mi cabeza, más visualizaba la novela que tenía que escribir.

–Comienza con un viaje río arriba, rumbo a lo desconocido. Me recuerda al de Marlow en "El corazón de las tinieblas".

–Somos el fruto de nuestra relación con los demás y también de lo que hemos leído. Pero dejando aparte esto, la colonización de África fue distinta a la americana. Luisiana nos cayó un día para otro y tuvimos que gobernar un territorio en el que llevaban tiempo los comerciantes criollos establecidos. España lo que hizo fue mantener lo que había.

–Me refería a la importancia que tiene el Misisipi en su novela.

–El río es la metáfora de la vida: nuestras vidas son los ríos. El Misisipi es el gran río por el que fluyen los protagonistas de la novela y sus afluentes, la gente que van conociendo.

–Menos mal que no encuentran el "horror".

–Encuentran un poco de todo: conflictos entre ingleses y franceses, entre distintas tribus de indios.

–Y también hay amor. Amor del bueno.

–Entiendo que las novelas históricas contienen una enseñanza, pero entiendo también que no se pueden limitar a una lección. Tiene que haber una historia central: de amor, de venganza, de lo que sea. La que hay en "Lejos de Luisiana" es la de Suzette y el hijo del jefe indio. Lo que les pasa a estos personajes es un viaje emocional.

–"Lejos de Luisiana" tiene pinta de serie de televisión.

–De hecho, la productora Plano a Plano ha comprado los derechos de la novela y la serie está en su fase embrionaria.

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