El traje típico asturiano luce en el escaparate del Bollo

El atuendo regional, que forma parte de la identidad de la fiesta desde mediados del siglo XX, gana adeptos y conquista incluso a la italiana Sharon de Cet, que cumplió este año su sueño de vestirlo

La italiana Sharon de Cet y su novio avilesino Javier Hidalgo, vestidos con el traje típico asturiano en la pasada      Comida en la Calle. | Mara Villamuza

La italiana Sharon de Cet y su novio avilesino Javier Hidalgo, vestidos con el traje típico asturiano en la pasada Comida en la Calle. | Mara Villamuza / Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

El uso del traje típico asturiano –ya sea completo o partes del mismo– en la fiesta del Bollo de Avilés vive un aparente momento de esplendor, que no necesariamente es consecuencia del importante impulso que dio a la prenda la pregonera del año pasado, la modelo y actriz Rossy de Palma, quien lo lució con tal garbo que mereció hasta los piropos del modisto Jean-Paul Gaultier.

Aquella creación del castrillonense Constantino Menéndez, el diseñador que está detrás de la marca "Made by Kös", que vistió a De Palma se viralizó en redes sociales y dio gran visibilidad tanto al traje regional asturiano propiamente dicho como a Avilés, la ciudad que hizo las veces de pasarela festiva de moda. Este año no hubo "efecto Rossy", pero no faltaron jugosas anécdotas que tuvieron como protagonista la popular indumentaria.

La historia de la pareja que forman el avilesino Javier Hidalgo y la italiana Sharon de Cet se lleva la palma. Ella lleva cuatro años viniendo a Asturias, una región que le "cautiva" según asegura, y siente tal fascinación por el traje regional que quiso vestirlo para la Comida en la Calle del pasado lunes.

O sea que convenció a su novio y ambos alquilaron sendos trajes; pero no solo eso, la madre de Hidalgo, Ángeles Tostado, decidió no ser menos y desempolvó su propio traje de asturiana, uno que conserva desde sus tiempos mozos y que ha ido arreglando para que le siga valiendo.

Las amigas Marta Murat y María Becerril, Rossy de Palma y Antonio Carretero.

Las amigas Marta Murat y María Becerril, Rossy de Palma y Antonio Carretero. / M. V. / M. F.

Y así fue que el deseo de una italiana de vestirse de asturiana se convirtió en un "tres por uno". La pareja asegura que llegaron a hacerse fotos con turistas y que, dada la vistosidad de su atuendo, no pasaron en absoluto desapercibidos. "Pero fue algo muy bonito, yo lo repetiría", resume De Cet, que anima a todo el mundo a hacer lo propio: "Lo que me extrañó fue que tampoco gente adulta vista un traje tan bonito y tan identitario".

Otro comensal que anima a vestirse "de asturiano" en el Bollo es Antonio Carretero, que siempre acude a la Comida en la Calle tocado con montera picona; este año, incluso con chaleco. "Es un día ideal para hacer alarde de asturianía", justifica. De parecida opinión con las amigas Marta Murat y María Becerril, que tienen por costumbre salir el Lunes de Pascua a comer vestidas con la típica falda de paño rojo y cintas de terciopelo negro. Ellas también animan al uso festivo de la prenda.

¿Y qué opina de todo esto Benjamín Lebrato, el presidente de la Cofradía El Bollo, legataria de la tradición centenaria de la fiesta? Pues preguntado al respecto, respondió que si bien no es partidario de reivindicar "lo que la gente ha de vestir", ve con agrado el uso del traje típico asturiano "porque forma parte de la identidad del Bollo".

De hecho, recalca, "las xanas y xaninas, los niños que hacen la ofrenda en la misa solemne del Domingo de Pascua, también los que se suben a las carrozas y hasta Aníbal Carrillo, la persona que reparte los bollos entre los socios de la cofradía, "visten de asturianos manteniendo la tradición".

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