Razones para ser policía

Trescientos alumnos del colegio Nuestra Señora del Buen Consejo se convierten en agentes por un día en la exhibición de Unidades de la Policía Nacional

Marián Martínez

Marián Martínez

"Cuando sea mayor seré policía, o peluquero de los perros policías", decía muy convencido un pequeño entusiasmado después de ver actuar a los perros adiestrados del Cuerpo Nacional de Policía para detectar estupefacientes, explosivos, dinero y armas. El colegio Nuestra Señora del Buen Consejo acogió en la mañana de ayer una exhibición de distintas unidades de la Policía, en las que se explicó al alumnado las variadas funciones que realizan para la protección y seguridad ciudadana.

Alberto Vior, agente delegado de la Brigada de Participación Ciudadana de la Policía Nacional de Avilés, ejerció de maestro de ceremonias bajo la atenta mirada del Comisario, Alejandro Valverde. El alumnado, algo más de 300 desde Educación Infantil hasta 4.º de Secundaria, se distribuyó en la cancha cubierta del patio para ver un espectáculo que ya tenía emocionados a los más pequeños desde antes de comenzar.

"Esta actividad la solemos realizar al menos una vez al año en un centro, público o concertado, de Avilés. El objetivo es explicar qué hacemos, cuál es nuestro trabajo, y a los más mayores mostrarles que en la Policía hay muchas opciones profesionales", explicó Vior.

Vehículos de la Policía Científica, radio patrullas, los guías caninos para la detección de explosivos y estupefacientes, la unidad de subsuelo, la de seguridad y protección aérea con drones, y la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) se distribuían en el patio. Alumnado y profesorado, por grupos, pasarían por cada una de ellas para conocer sus funciones.

Dos motos, con sus luces y sirenas activadas, fueron las primeras en acceder a la cancha, acompañadas de los fuertes aplausos del público. A continuación, dos furgonetas de la unidad canina se colocaron estratégicamente para que los animales pudieran mostrar sus habilidades.

Mali, Tina y Mía, de la raza Pastor belga Malinois, fueron los grandes protagonistas. Tina fue la primera en actuar, detectando un explosivo situado en uno de los vehículos policiales, junto al que se sentó a esperar indicando dónde se encontraba. "No lo puede tocar, porque si fuera de verdad lo podría activar", explicaron los agentes. A continuación Mali y Mía mostraron cómo detectaban la droga, encontrando la que había sido escondida en un bolsillo del mandilón de una profesora. E hicieron las delicias de mayores y pequeños con sus juegos y dotes de obediencia siguiendo las indicaciones de sus adiestradores. Después, todos querían tocarlos y jugar con ellos, sin que los canes protestaran ni ladraran.

Carlos Álvarez, inspector responsable de la Unidad de Seguridad y Protección aérea, fue el encargado de explicar el sistema antidrones y de inhibidores para controlar los vuelos aéreos de drones que se realizan en Asturias, tanto legales como ilegales. Y también mostró uno de los que utiliza la Policía para la vigilancia y protección en eventos durante los que se concentra mucho público o cuando visita la región personalidades como los Reyes de España. No se le ve, pero actúan, por ejemplo, en los premios Princesa de Asturias, o el pasado mes de febrero en el Centro Niemeyer cuando vinieron don Felipe y doña Letizia.

Antonio Espina, jefe de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), explicó las distintas armas que utilizan según la intervención que tengan que realizar. Ayer se lanzaron una pelota y un bote de humo de fogueo para mostrar cómo actúan y el ruido que hacen –muy inferior todo a la realidad–.

La Policía Científica detalló, por ejemplo, cómo se trata el escenario de un crimen, o de un robo, cómo se toman las huellas y cómo se procesan.

Noelia Blanco, directora del centro, mostró su satisfacción, porque "es un honor haber sido elegidos por la Policía, y le agradecemos muchísimo esta exhibición porque transmiten valores y cercanía, y es imporante que todos sepan que la Policía está para ayudar".

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