Santa Ana de Sabugo se queda en capilla

El barrio marinero de Avilés renuncia a la procesión de su patrona por el obligado cambio de iglesia y las obras en La Merced

La talla de Santa Ana con adorno floral, ayer, en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery.

La talla de Santa Ana con adorno floral, ayer, en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery. / F. L. J.

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Los organizadores de las fiestas de Santa Ana en Sabugo, la asociación cultural Sabia Nueva, hubieron de renunciar este año a la tradicional procesión que recorre las calles más típicas del barrio marinero. Santa Ana se quedó en capilla por un cúmulo de imponderables, pero aun así tuvo su misa, no le faltaron flores frescas a sus pies y recibió la visita de decenas de sabugueros que tienen devoción por la abuela de Jesús de Nazaret.

El primer contratiempo que sufrió la celebración litúrgica de Santa Ana fue la imposibilidad de usar el viejo templo de Sabugo, el de la plaza del Carbayo, para celebrar la misa. El edificio está en trance de ser reparado para subsanar los daños arquitectónicos que se han observado y la cautela obliga a suspender el uso del mismo en prevención de accidentes que nadie desea.

O sea que la misa de Santa Ana se hubo de trasladar a la otra iglesia de Sabugo, la "grande", la de Santo Tomás de Cantorbery. La talla de la santa se llevó en coche y se colocó en el altar mayor para presidir el oficio. Podría haber habido procesión aunque fuese siguiendo otro itinerario porque la plaza de La Merced que circunda la iglesia también es Sabugo, pero hay una razón que lo desaconsejó: las obras de reurbanización que empezaron hace dos semanas y que tienen el entorno de la iglesia lleno de zanjas e inutilizado para usos peatonales. Así que los responsables de Sabia Nueva optaron esta vez por dejar a Santa Ana en su peana en la confiando en que el próximo verano pueda volver a pisar la calle como manda la tradición: con acompañamiento de gaita y tambor, escoltada por sus fieles devotos vestidos con atuendos marineros y con un aro salvavidas abriendo el cortejo.

El gentío que acudió a la verbena del sábado por la noche en Sabugo. | F. L. J.

El gentío que acudió a la verbena del sábado por la noche en Sabugo. | F. L. J. / Francisco L. Jiménez

La falta de procesión fue la única renuncia de las fiestas sabugueras de Santa Ana, porque en los demás apartados programados el éxito de participación desbordó todas las expectativas de los organizadores. Cientos de personas se acercaron al barrio que sirve de fachada a la ría de Avilés ya fuera por las mañana, de tarde y de noche para terracear y disfrutar de la oferta musical programada. Mención especial para las verbenas del sábado –en la plaza del Carbayo y en la confluencia de calles de la Monstrua–, que generaron un clima festivo como hacía tiempo que no se veía en el barrio. El colofón festivo se puso ayer de tarde con el desarrollo de varias actividades pensadas para los niños.

La organización agradece la colaboración económica que han prestado los bares y comercios del barrio, así como el apoyo municipal y de entidades como el Real Avilés, entre otras. Para los entusiastas de estas fiestas populares "de barrio", las próximas citas serán en Llaranes, el Carbayedo, Versalles y La Carriona.

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