El IES de La Magdalena introduce la inteligencia artificial y las redes sociales en su biblioteca

El centro incorpora una pared croma para grabar recomendaciones de lectura para Tik Tok e Instagram: "Está a la altura del instituto"

L. Landázuri

Atrás parecen haber quedado las clásicas bibliotecas oscuras, con sus estanterías abigarradas de incontables volúmenes, en las que el suelo crujía e invitaban poco a entrar. En el IES de La Magdalena han decidido romper con la imagen tradicional de los centros de estudio para adaptarlos a los nuevos tiempos y hacer de ellos unos espacios modernos al servicio de alumnos y docentes.

El IES de La Magdalena introduce la inteligencia artificial y las redes sociales en su biblioteca

El IES de La Magdalena introduce la inteligencia artificial y las redes sociales en su biblioteca / L. LandázuriL. L.

Coincidiendo con el día mundial de las bibliotecas celebrado ayer, el instituto avilesino inauguró su nueva joya en la que los nombres propios de la literatura conviven con una pared croma en la que los alumnos pueden grabar vídeos para Tik Tok en Instagram en los que dan a conocer sus recomendaciones literarias, un apartado de césped artificial en el que poder tumbarse a leer y hasta un espacio en el que los alumnos aprenden idiomas de la mano de la inteligencia artificial y un entrenador de lectura. "A veces heredamos espacios pero no somos críticos con ellos. El interés por modificar las estancias y hacerlas más cómodas y a la altura de alumnos y docentes nos llevó a repensar la biblioteca", cuenta Andrés Bolaños, jefe de estudios del IES de La Magdalena.

Una biblioteca con la innovación como seña de identidad en la que se pueden configurar hasta tres ambientes en uno solo. "Podemos mover las mesas y retirar todas las sillas hasta convertir la biblioteca en un pequeño auditorio", señaló Bolaños.

Esta vez la pizarra se queda fuera del aula para plantear también a los docentes el reto de poner en práctica nuevas metodologías de aprendizaje alejadas de los cauces tradicionales. "La idea es que los profesores puedan reservar y bajar a la biblioteca para desarrollar proyectos con los alumnos", detalló el jefe de estudios.

Leer, estudiar y diseñar es otra de las actividades que permite hacer el espacio "Play" en el que un grupo de alumnos trabajan de manera colaborativa en el diseño de la revista escolar. "El siguiente paso es sacar una edición digital", explicó Bolaños.

La inauguración que contó con la presencia del director del centro, Augusto Hoyo, el concejal de Educación, Juan Carlos Guerrero y el director general de Inclusión Educativa y Ordenación del Gobierno de Asturias, David Artime, sirvió también para reflejar el compromiso del centro con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para ello, lejos de revelar una placa que acredite la reapertura de la biblioteca, el instituto decidió reciclar una tela que es sinónimo de éxito para los alumnos del centro. "Con ella los chicos de cuarto de ESO ganaron el concurso de arte textil estrambótico a nivel regional y no queríamos pasarlo por alto", añadió el director.

Una placa biodegradable hecha de semillas como apuesta por la sostenibilidad

Con el propósito de demostrar el compromiso del IES de La Magdalena con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en la inauguración, la clásica placa que acredita la apertura del espacio fue sustituida por una lámina biodegradable hecha de papel de semillas en la que se dejaba constancia de la fecha y el acto que estaba teniendo lugar. "La semilla se llama Isatis tinctoria y era utilizada por artistas italianos en la Edad Media para extraer un pigmento azul con el que tejían telas", explicó el jefe de estudios. Un proyecto en el que el pasado curso participaron alumnos de tercero de ESO con el fin de producir su propio papel para usos artísticos y que les valió el reconocimiento de la Fundación Repsol. "Parte del premio se ha invertido también en la biblioteca", indicó. Y de placa inaugural a nueva incorporación en el huerto del centro. El papel de semillas fue "plantado" por el director y las autoridades presentes en dos macetas para "ser parte del instituto", concluyó Augusto del Hoyo.

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