0-0: El Marino domina el derbi, pero no puede con un Avilés que terminó con diez

Los locales acusaron su falta de gol ante un conjunto blanquiazul que vio como Mecerreyes fue expulsado en la primera parte

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Los gestos de negación de Joel del Pino con la cabeza se pueden hacer extensibles a todo el Avilés. Los blanquiazules han sufrido horrores para conseguir un empate ante el Marino tras ser totalmente superados por el conjunto gozoniego. Álvaro Fernández, con varias acciones magistrales, salvó a los blanquiazules, que siguen en puestos de descenso. Los locales, por su parte, continúan ocupando el puesto de play-out.

Marino: Dennis; Lora, Aspra Traoré, Adolfo; Nacho Matador, Guille Pinín, Iván Elena; César García, Miguel Cuesta, David Grande.

Cambios: Isma Cerro, min. 60, por Davo Fernández. Mauro, min. 72, por Orfila. Iván Serrano, min. 72, por Claudio.

Real Avilés: Álvaro Fernández; Orfila, Julio, Jesús del Amo, Néstor Senra; Cortina, Mecerreyes, Davo Fernández, Jorge, Joel del Pino; Claudio. Natalio, min. 78, por Joel del Pino

Cambios: Guille Pinín, min. 76, por Abraham José. Adolfo, min. 76, por Diego Díaz. Mena, min. 90, por Miguel Cuesta.

Árbitro: López Fernández (Galicia). Expulsó por doble amarilla a Mecerreyes, min. 35. Amonestó al local Diego Díaz y al visitante Davo Fernández.

Miramar

El Marino demostró desde el primer momento que en su casa, en Miramar, él es el amo y señor. Gracias a una genial presión tras pérdida, comandada por nombres como Iván Elena, Guille Pinín, Lora o Nacho Matador, los gozoniegos se hicieron nada más empezar el encuentro con el control del partido, manejando la pelota a su antojo. Ni las lesiones, que obligaron a César García a jugar como lateral derecho, hicieron mella en la estratagema de Sergio Sánchez. El Avilés, por su parte, saltó al derbi con una revolución en su defensa. Manolo Sánchez Murias apostó por una línea de cuatro formada por Néstor Senra, Julio, Orfila y Jesús del Amo, dejando a los dos laterales titulares, Iván Serrano y Trabanco, en el banquillo. La gran novedad en el once del gijomnés fue la titularidad de Edu Cortina, en algodones durante toda la semana.

Los gozoniegos llevaban con tranquilidad la batuta del encuentro, pero sin lograr crear peligro real en la portería de Álvaro Fernández. Matador se colocó entre centrales para facilitar la salida de balón local, lo que les facilitaba dominar durante gran parte del terreno de juego. Miguel Cuesta fue, junto a Adolfo, uno de los mejores en la primera mitad, complementándose a la perfección para, por banda izquierda, hacer daño a un conjunto blanquiazul que estaba maniatado. Claudio intentaba entrar en juego ganando disputas aéreas, pero Aspra no le dejaba ni respirar.

El Marino no consiguió obligar a Álvaro Fernández a realizar una estirada, pero la sensación es que su dominio era total. Más si cabe cuando, en el minuto 35, el Avilés se quedó con un hombre menos por la expulsión de Mecerreyes, que vió dos amarillas por realizar dos agarrones. Ante diez el Marino siguió con el mando, buscando las cosquillas de la zaga avilesina, pero el árbitro pitó el final de la primera mitad sin que se viese ningún disparo a puerta.

Todo el peligro que no había generado el Marino en el primer tiempo se concentró nada más salir de los vestuarios. Los gozoniegos salieron con tres marchas más que sus rivales y nada más volver a pisar el terreno de juego hicieron trabajar al portero del Avilés. Lora, César en varias ocasiones, Traoré... El campo parecía que estaba caído en contra de los intereses de los blanquiazules, incapaces de conectar una contra que hiciese cambiar las tornas del encuentro.

Si en los primeros cuarenta y cinco minutos el juego se concentró por la banda izquierda, tras el descanso César García y lora fueron los encargados de tirar el muro defensivo del Avilés. Los blanquiazules no podían llegar a todas las marcas al estar con uno menos, lo que dió alas al futbolista avilesino, que con toda la banda para él no paro de proyectarse en ataque.

Álvaro Fernández se tuvo que vestir de santo para salvar el avión de ocasiones del Marino. El madrileño, uno de los mejores de la temporada del Avilés, se hizo gigante, llegando a todas las esquinas. Gracias a su buena capacidad de reflejos, el guardameta l legó a un balón de cabeza de David Grande que levantó a toda Miramar, pero que finalmente se marchó despajado. Y no fue solo esa. Unos minutos después tuvo que volver a salvar los muebles de su equipo, sacando un balón que se paseó por la línea de cal.

El disparo rozando el palo de Diego Díaz puso el punto y final al derbi comarcal. Al final, reparto de puntos entre Avilés y Marino que sabe a poco para ambos conjuntos. El punto cosechado no mueve a ninguno de los dos de los puestos de peligro, aunque deja grandes sensaciones a los locales, que siguen peleando a pesar de la plaga de lesiones que están teniendo. El Avilés, por su parte, cosecha un empate más y sigue sin levantar cabeza.

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