Luanco despide a "Richard", propietario de "El hórreo": "Era una persona increíble"

Unas doscientas personas acudieron al funeral del hostelero, fallecido la tarde del sábado a los 65 años tras ingresar el martes en el hospital

La iglesia de Santa María de Luanco; en el recuadro, "Richard"

La iglesia de Santa María de Luanco; en el recuadro, "Richard" / Ricardo Solís

C. G.

"Richard era una persona increíble. Todo el pueblo está destrozado". Ricardo García Menéndez, a quien todos en Gozón conocían con el nombre de "Richard", falleció en la tarde del sábado a los 65 años. La noticia de la pérdida del popular hostelero corrió como la pólvora por el concejo. Su funeral se celebró ayer a las ocho de la tarde en la parroquia de Santa María de Luanco.

Los asistentes comenzaron a llegar a la iglesia pronto, y es que nadie quería perder la oportunidad de despedirse de su vecino, de su amigo, de su compañero de charlas en el puerto viejo de la villa marinera. El aprecio y el aprecio que despertaba el propietario de la marisquería "El hórreo" quedó plasmado en la dificultad para acceder al interior de la iglesia. Una vez el coche fúnebre que transportaba el féretro de Richard, unas doscientas personas se adentraron tras él. Con los bancos completos desde el principio hasta el final, fueron decenas los que esperaron de pie al fondo de la instalación. Algunos, muchos, aguardaron en los soportales y en la plaza.

"Richard era fabuloso. Era divertido y afable, pero también exigente. Siempre quería dar lo mejor en su restaurante para que la gente disfrutase", comentaron algunos asistentes, asiduos al establecimiento de Antromero. "Nunca paraba quieto. Solía acercarse al puerto a ver cómo fue la faena de los marineros. Era muy curioso", aseguraban respecto a García Menéndez.

Y es que, se preguntase a quien se preguntase, las referencias hacia el hostelero siempre iban destinadas hacia la mar, esa que encandilaba al gozoniego. De hecho, "Richard" acostumbró, durante varios años, a portar consigo a la virgo del Carmen en su barco, para acercarla hasta la isla homónima durante las tradicionales fiestas de la virgen en la villa marinera.

Y es que, como aseguraron muchos, la pasión de Ricardo García por las mareas marcó su afán por contar con los mejores mariscos y pescados para su restaurante, el cual regentó durante casi cuatro décadas y que muchos han descrito como un "referente" en cuanto a la calidad de la comida y del servicio. "El cariño que mostraba a la gente se plasmaba en su restaurante", destacaron los vecinos que asistieron al funeral.

Ricardo García ingresó en el hospital el pasado martes, afectado desde hace tiempo por una enfermedad. Tras varios días hospitalizado, falleció en la tarde del sábado a la edad de 65 años.

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