Teatro para educar en valores

Los soportales de la plaza Hermanos Orbón se trasladaron ayer a un mundo paralelo, un mundo en el que las personas celebran la Navidad como nosotros, pero en el que los Reyes Magos y Papá Noel, cansados de que la sociedad no entendiera su mensaje, desaparecieron. Una vez las personas se dieron cuenta de que compartiendo se puede mantener el ambiente y espíritu navideño, regresaron para hacer felices estas fechas. Esta historia es la que se narró en la obra de teatro que interpretaron usuarios y trabajadores del centro municipal de personas sin hogar de Avilés, una de las iniciativas que desde la entidad se lleva a cabo cada trimestre para visibilizar la realidad de las personas que residen en la calle.

"La idea es dignificar al colectivo. Que la sociedad deje de creer que estas personas están en la calle porque quieren, que son malas o que no trabajan por decisión propia", explicó Cruz Fernández, directora del centro de personas sin hogar. Y es que en la sesión de cuentacuentos se dieron cita hasta ocho usuarios del albergue, que se ataviaron el vestuario y complementos de atrezzo que ellos mismos crearon. Junto a ellos, varios trabajadores del centro. Además, tras el improvisado escenario, se encontraban otros ocho usuarios que durante estos días colaboraron en los preparativos y que ayer ayudaron para llevarlo a cabo.

Uno de los participantes en el cuentacuentos era Santiago, de 42 años, y que durante una década fue usuario del centro de personas sin hogar en varias etapas. Actualmente reside en un piso tutelado por la entidad y sigue participando en las actividades de promoción y dignificación del colectivo. "Nosotros vemos esto muy bien. Nos permite que nos vean y derribar la primera percepción de que son personas con problemas de alcohol y drogas", comentó Santiago, que destacó que la relación entre los usuarios y participantes "es estupenda", ya que se han estrechado lazos unos con otros.

"Somos como Marea, vamos con el público encima", explicó Santiago. Y es que en la sesión de la tarde de ayer, el público respondió con mucho entusiasmo, ya que cerca de treinta personas se reunieron, entre adultos y niños, para disfrutar de la obra una obra de teatro navideña cargada de valores.

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