Antromero, puerto de abrigo de capitanes

Por 18.º año consecutivo, los miembros de la Marina Mercante comieron en el restaurante El Hórreo en su tradicional encuentro por el Socorro

Una de las mesas de la comida de capitanes de la Marina Mercante en Antromero.

Una de las mesas de la comida de capitanes de la Marina Mercante en Antromero. / Mara Villamuza

Las fiestas del Socorro de Luanco tienen eufórica a la población. Por las calles se percibe el ambiente de celebración. Bares y restaurantes hacen hueco en su interior mientras niñas y niños, muchos ataviados con trajes tradicionales de la villa marinera, juegan en la calle y en los parques. Y puesto que la del pueblo es una fiesta tradicional con más de dos siglos de historia, las cuadrillas tratan de hacer lo propio. Un año más, y ya van 18 consecutivos, la Asociación Asturiana de Capitanes de la Marina Mercante celebró su encuentro anual. El restaurante El Hórreo, en Antromero, fue de nuevo el espacio donde los casi 60 comensales se reunieron para celebrar la mayoría de edad de su reunión. Entre el marisco del concejo gozonigo y los culinos de sidra que no podía faltar, los capitanes se saludaron, rieron y festejaron.

Al encuentro entre veteranos no podía faltar uno de los portavoces más populares de la asociación de capitanes, Francisco Roces. A su llegada, el que también fuera alcalde de Gozón en la década de los noventa no paró de recibir saludos y apretones de mano por parte del resto de invitados. "Nos reunimos y rememoramos aventuras de trabajo. Esta comida permite que volvamos a juntarnos con compañeros que llevamos años sin vern. Es algo muy emotivo", señala Roces.

La comida entre los capitanes, que en sus inicios servía para reunir a los marinos de Gozón, ahora ha ampliado su área y acuden veteranos de toda la región asturiana, pero también del resto de España. Por ello, no es de extrañar que la marisquería de Antromero libere todo su espacio para acoger a los 60 invitados, la mayoría de origen gozoniego, pero también con una elevada presencia de "foráneos".

Y es que la tradición marinera no es algo casual en Gozón, puesto que el instituto de Luanco ofrecía en su día los estudios del bachillerato laboral marino, lo que ha convertido al concejo en uno de los que más capitanes ha formado en toda la geografía española en cuanto a proporción poblacional.

"Es un encanto reunirnos después de tantos años viajando juntos", explica Fernando Argüelles, vicepresidente de la asociación y que ejerció durante 40 años. Ahora con 90 y jubilado desde los 59, explica que aprovechan para hablar de la vida, de cómo están las familias y, sobre todo, de sus experiencias.

Por su parte, el luanquino Pelayo Álvarez es el integrante más joven del encuentro. Con 32 años, la de ayer fue su cuarta presencia en el acto. "Soy el más joven y de momento no viene nadie más por detrás", bromea el marino, que terminó la carrera de Náutica y Transporte Marítimo hace cinco años. En su caso, Álvarez señala que la cita le permite conocer "cómo ha cambiado la vida laboral", además de ser consciente del "enorme avance tecnológico de los barcos".

El encuentro sirvió también para rendir homenaje a Ricardo García Menéndez "Richar", antiguo propietario de la marisquería y que falleció el pasado mes de diciembre. El hostelero, muy popular en todo el concejo, acogió durante 17 años a los capitanes de la marina mercante. Por ello, los asistentes decidieron obsequiar a su mujer, Emilia Alonso "Milita", a quien le entregaron una placa, un ramo de flores y un libro.

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