Un armador escenifica en Avilés la agonía del palangre de fondo

Guillermo Busto coloca en su barco una pancarta que resume las razones que hacen inviable la continuidad de su actividad pesquera

La pancarta alusiva al declive pesquero colocada en el palangrero «Siempre Baluarte», atracado en Avilés.

La pancarta alusiva al declive pesquero colocada en el palangrero «Siempre Baluarte», atracado en Avilés. / Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

El barco "Siempre Baluarte" hizo su última descarga de pescado en la rula de Avilés el 21 de diciembre de 2022. Desde ese día permanece atracado en el muelle, sin actividad y sin perspectiva de reanudarla. La docena de antiguos tripulantes del pesquero se ha tenido que buscar la vida en otros buques y el armador y patrón, Guillermo Busto, ha decidido tirar la toalla por la falta de rentabilidad de una actividad –el palangre de fondo– que hace 35 años daba trabajo en el Cantábrico a 450 barcos de los que ahora quedan inscritos en el censo menos de 90, en Asturias, solo tres.

La razón del amarre del buque, la citada "falta de rentabilidad", destaca rotulada en letras bien grandes en una llamativa pancarta que el armador ha colocado en la cubierta del barco para que la lea cualquiera que se acerque al muelle pesquero y se pregunte por qué un barco que hasta 2022 hacía un mínimo de dos mareas al mes en aguas comunitarias ha dejado de navegar.

El armador se hace eco en la pancarta colocada a modo de canto del cisne del incremento de los gastos de los costes de producción no compensados con los ingresos por la venta de las capturas, de la falta de relevo generacional, de la "competencia desleal" del pescado importado y de la paulatina destrucción del sector pesquero tradicional, entre otro factores que, como el reciente veto de la UE al uso de artes de fondo en una amplia superficie marina, han laminado el sector palangrero comunitario llevándolo al borde del precipicio.

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