Este Avilés es de cristal: el dato que alarma a los blanquiazules

Los avilesinos no consiguen cerrar los partidos cuando se ponen por delante, lo que ha provocado que les hayan remontado nueve veces este año

La más dolorosa. Mecerreyes controla el balón ante el Guijuelo. | R. S.

La más dolorosa. Mecerreyes controla el balón ante el Guijuelo. | R. S. / Noé Menéndez

Noé Menéndez

Noé Menéndez

El Avilés sería un horrible púgil de boxeo. Los avilesinos, que saben saltar al ring con garra y suelen dar los primeros golpes, no saben cómo conseguir que su rival se vaya a la lona. Y esa incapacidad para asestar el golpe final les está matando. Esta temporada, los blanquiazules han visto como se le ha escapado en nueve ocasiones la victoria después de haberse puesto por delante en el marcador. El último caso fue el domingo contra el Cayón, pero este es un mal que les persigue desde el principio de la campaña.

Todo empezó el primer partido, ante el Deportivo Fabril. El estreno parecía prometedor, con un Avilés dominante que consiguió adelantarse pronto en el marcador, pero tras la lesión de Cortina apareció un fantasma que sigue presente hasta ahora. En aquel momento lograron salvar los muebles, porque los gallegos sí llegaron culminar la remontada y un tanto de Natalio de penalti salvó la igualada.

En aquel momento nadie podía pensar que este iba a ser un mal tan duradero. Pero los escépticos solo tuvieron que esperar al siguiente duelo, ante el Racing Villalbés, para ver cómo se repetía la misma historia. Alorda adelantó al Avilés, pero antes de llegar al descanso Pablo Rey, de penalti, puso el 1-1, resultado que ya no se iba a mover más. Lo mismo ocurrió ante el Langreo, cuando los de Javi Vázquez estuvieron a punto de lograr la victoria, a pesar de que Claudio fue el primero en ver puerta, y ante el Guijuelo. Frente a los salmantinos el caso fue más grave porque los avilesinos se pusieron con dos goles de ventaja para, finalmente, acabar con un empate a 2.

Cañedo, con su marcha, no se llevó al fantasma. De hecho, el cambio de entrenador provocó que volviese con más fuerza. Y es que el estreno de Sánchez Murias trajo consigo la remontada total, ya que el Avilés vio como el Rayo Cantabria le daba la vuelta al marcador y se iba del Suárez Puerta con los tres puntos. Eso sí, el fantasma se tomó unas vacaciones. Tras la serie de victorias ante los equipos de abajo y las dos derrotas ante Ourense y Deportivo Fabril parecía que ya no iba a volver, hasta que llegó el duelo ante la Gimnástica de Torrelavega. Allí, los blanquiazules abrieron el marcador gracias a un penalti de Natalio, pero antes del pitido final los cántabros pusieron la igualada. La historia se repitió el pasado domingo, con el conjunto avilesino poniéndose por delante, pero viendo como el Cayón conseguía el empate en tan solo unos minutos.

Si el Avilés quiere seguir peleando por el ascenso debe aprender a rematar sus rivales. En 22 encuentros se le han escapado ya 19 puntos por dejarse remontar, lo que les empataría a puntos con el Pontevedra. Cuando su rival esté en el suelo, no pueden darle la oportunidad de levarse, porque lo están pagando muy caro.

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