Coches de choque en Sabugo: un bolardo nuevo lleva ya ocho automóviles "cazados"

La peatonalización de varias calles en el antiguo barrio marinero ha deparado novedades circulatorias que a los conductores parece costarles trabajo interiorizar

El último coche que embistió contra el bolardo fijo instalado en la calle Marcos del Torniello, con la rueda trasera fuera de su sitio debido a la rotura del eje.

El último coche que embistió contra el bolardo fijo instalado en la calle Marcos del Torniello, con la rueda trasera fuera de su sitio debido a la rotura del eje.

F. L. Jiménez

"Ya van ocho", exclama con asombro un comerciante frente a cuyo escaparate se han accidentado ocho vehículos que transitaban por la calle Marcos del Torniello, una de las afectadas por la reciente peatonalización parcial de la plaza La Merced, en el barrio de Sabugo.

El octavo coche siniestrado, anteayer, fue también el más dañado, tanto que el choque contra un bolardo le arrancó de cuajo el eje trasero, además de causarle daños en la carrocería. El bolardo en cuestión es fijo y se ubica en la confluencia de la calle Marcos del Torniello y la avenida de Alemania, justo donde comienza un tramo vial que acaba de ser reurbanizado y por el que la circulación iba a estar restringida, según el plan inicial del Ayuntamiento.

El pivote de marras se colocó hace menos de un mes con la intención de que los vehículos no puedan burlar el pivote móvil cuando este está subido invadiendo la acera. Pero lo cierto es que el bolardo móvil todavía no se ha puesto en funcionamiento y el fijo se está ganando fama de "revienta coches". Como dice el comerciante testigo de la mayoría de los accidentes, ya van ocho "toques" contra el cilindro de metal, en la mayoría de los casos saldados con rayazos en el lateral de los automóviles implicados.

El último percance causado por el pivote arruinó un Maserati modelo Grecale, un coche que el fabricante vende a precios comprendidos (según equipamento y motorización) a precios comprendidos entre 92.000 y 142.000 euros. "El destrozo es considerable, la reparación va a costarle unos cuantos miles de euros al dueño del coche", apuntó un mecánico a la vista de la foto donde se aprecia el estado en el que quedó el vehículo.

Los bolardos colocados en Sabugo para restringir el paso de vehículos a las áreas peatonalizadas se han ganado fama de conflictivos porque ninguno se ha librado de estar envuelto en accidentes de tráfico. Especial mención merece el colocado (y aún en funcionamiento) en la calle Emile Robin; solo este acumula más de 60 incidentes, algunos de ellos con heridos y coches que quedaron para el desguace.

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