Entrevista | Islam El-Sayed Mahmoud Hassan Profesor de la cátedra Smartcities

"La transformación digital está renovando la naturaleza de los puestos de trabajo"

"Las ciudades inteligentes tendrán tecnologías de análisis de datos para prevenir y responder más eficazmente a emergencias y delitos"

El-Sayed, ayer

El-Sayed, ayer / Ángel González

Myriam Mancisidor

Myriam Mancisidor

Islam El-Sayed Mahmoud Hassan es profesor de la Universidad de Oviedo y ejerce, concretamente, en la cátedra Smartcities. Este viernes dirigirá en Avilés una jornada sobre ciudades inteligentes organizada por el PP y dirigida a jóvenes que cursan Formación Profesional. Será en el palacio de Valdecarzana y es necesario inscribirse previamente. Del posible potencial de la ciudad como "Smart City" prefiere no pronunciarse: "Carezco de datos".

–En Avilés han organizado una jornada sobre las ciudades inteligentes enfocada a estudiantes de Formación Profesional: ¿está en la FP el futuro laboral?

–Cada vez adquiere mayor importancia el futuro laboral en la Formación Profesional debido a varias razones. En primer lugar, la FP ofrece una ruta para adquirir experiencia en habilidades técnicas especializadas altamente demandadas en el mercado laboral actual. La rápida evolución de la tecnología y la creciente digitalización de la economía ha hecho crecer la demanda de profesionales con conocimientos prácticos en campos como la informática, la electrónica, la mecánica y otros. Además, la FP se caracteriza por un enfoque aplicado y la capacidad de preparar a los estudiantes para el trabajo y programas más cortos. Como regla, el tiempo de viaje de la FP es mucho más corto, y los graduados pueden salir al mercado laboral más rápido.

–Pero…

–También es necesario destacar el importante papel que desempeña la educación universitaria en la formación profesional. Las universidades brindan a las personas una educación más amplia y profunda que les ayuda a adquirir habilidades analíticas, de pensamiento crítico y teóricas necesarias para muchos oficios. Además, a menudo, los programas universitarios alientan a las personas a emprender investigaciones y realizar estudios, preparándolos para ocupar los puestos que requieren capacidades de liderazgo, gestión y solución de problemas complicados. Es importante reconocer que la formación universitaria también desempeña un papel fundamental en el desarrollo profesional.

–¿Qué nos traerá la transformación digital en un futuro próximo?

–La transformación digital está teniendo un impacto profundo en el mercado laboral, remodelando la naturaleza de los puestos de trabajo en múltiples frentes. Por un lado, la automatización de tareas repetitivas y rutinarias está en ascenso, lo que conlleva la posibilidad de que ciertos roles tradicionales se vuelvan obsoletos. Sin embargo, esta misma transformación está generando nuevas oportunidades laborales, especialmente en campos relacionados con las habilidades digitales avanzadas como la programación, el análisis de datos y la inteligencia artificial. A medida que las empresas adoptan tecnologías más sofisticadas, la demanda de profesionales especializados en estas áreas está en aumento, creando un panorama laboral dinámico y en constante evolución.

–Gracias a la digitalización las empresas pueden captar a trabajadores de casi cualquier parte del mundo.

–La digitalización está facilitando el trabajo remoto y la colaboración virtual, transformando la manera en que las empresas operan y los empleados realizan sus funciones. Esta flexibilidad en la ubicación y el horario de trabajo está redefiniendo los límites tradicionales de la oficina y permitiendo a las organizaciones acceder a un talento más diverso y global. Sin embargo, este cambio también plantea desafíos en términos de gestión y colaboración efectiva entre equipos dispersos geográficamente. En este nuevo entorno, las habilidades de comunicación y colaboración digital se vuelven cada vez más importantes, junto con la capacidad de adaptarse rápidamente a diferentes herramientas y plataformas tecnológicas. En resumen, la transformación digital está moldeando un futuro laboral que premia la adaptabilidad, la innovación y el aprendizaje continuo.

–¿En qué puede beneficiar a un ciudadano vivir en un ciudad con la etiqueta de inteligente?

–El futuro de las ciudades inteligentes está encaminado hacia una mayor integración de tecnologías avanzadas para mejorar la calidad de vida de los residentes, promover la sostenibilidad y optimizar la eficiencia de los servicios urbanos. Se espera que las ciudades inteligentes continúen desarrollando soluciones innovadoras en áreas como la movilidad urbana, la gestión de recursos, la seguridad, la salud pública y la participación ciudadana.

–¿Qué pasará en esos términos de movilidad?

–En términos de movilidad se espera una mayor adopción de vehículos eléctricos y autónomos, así como el desarrollo de sistemas de transporte público más eficientes y conectados. Además, las ciudades inteligentes seguirán invirtiendo en infraestructuras para fomentar la movilidad activa, como carriles para bicicletas y peatonalización de áreas urbanas.

–¿Y en cuanto a gestión de recursos?

–Las ciudades inteligentes continuarán implementando tecnologías para optimizar el uso de energía, agua y residuos. Se espera una mayor integración de sistemas de energía renovable, redes inteligentes y medidores inteligentes para mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de carbono.

–¿Y seguridad?

–En términos de seguridad, las ciudades inteligentes seguirán invirtiendo en sistemas de vigilancia y monitorización avanzados, así como en tecnologías de análisis de datos para prevenir y responder más eficazmente a emergencias y delitos. Además, se espera una mayor participación ciudadana a través de plataformas digitales que permitan a los residentes involucrarse en la toma de decisiones y colaborar con las autoridades locales en la mejora de sus comunidades. En resumen, el futuro de las ciudades inteligentes estará marcado por una mayor integración de tecnologías avanzadas para abordar los desafíos urbanos y mejorar la calidad de vida de los residentes, todo ello con un enfoque en la sostenibilidad, la eficiencia y la participación ciudadana.

–¿El interés existente por las ciudades inteligentes va parejo a la inversión en tecnología?

–En general, el interés en las ciudades inteligentes suele impulsar la inversión en tecnologías innovadoras diseñadas para mejorar la calidad de vida de los residentes, optimizar la eficiencia de los servicios urbanos y abordar desafíos urbanos específicos. Estas inversiones pueden incluir el despliegue de infraestructuras de telecomunicaciones avanzadas, la incorporación de sistemas de sensores y monitorización, la adopción de plataformas de análisis de datos y la integración de tecnologías para mejorar la movilidad urbana, la gestión de recursos y la seguridad pública, entre otros aspectos. Sin embargo, el ritmo y la escala de las inversiones en tecnología para ciudades inteligentes pueden variar según la disponibilidad de fondos públicos y privados, así como según las prioridades políticas de cada gobierno local. Algunas ciudades pueden tener más recursos y estar más comprometidas con la transformación digital, lo que se refleja en una mayor inversión en tecnologías inteligentes, mientras que otras pueden enfrentar desafíos financieros o políticos que limitan su capacidad para invertir en este tipo de iniciativas. En resumen, aunque el interés en las ciudades inteligentes está vinculado a la inversión en tecnología, el nivel de inversión puede variar según factores como la disponibilidad de recursos financieros, las prioridades políticas y la infraestructura existente en cada región.

–¿En qué está centrada ahora en la cátedra Smartcities?

–Desde la Cátedra nuestro trabajo fundamental se centra en cuatro ejes básicos: fomento de la investigación en el ámbito de las SmartCities, en este sentido llevamos a cabo el desarrollo de varias tesis doctorales y trabajos fin de máster; la formación en las tecnologías nucleares que permiten el desarrollo de estas SmartCities, realizando cursos y formaciones relacionadas con la energía, el Internet de las Cosas y las smart cities; además del establecimiento de un marco de colaboración entre empresas, Universidad y Ayuntamiento y la difusión tanto dentro de la comunidad científica como a la sociedad de los avances tecnológicos y su impacto en la vida del ciudadano.

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