El Niemeyer monta la antológica que "se echaba de menos de Juana Francés"

Avilés acoge hasta junio una muestra que resume la obra de la única artista de "El Paso", el grupo que modernizó el arte nacional

Un aspecto de la exposición de Juana Francés, en la cúpula del Niemeyer.

Un aspecto de la exposición de Juana Francés, en la cúpula del Niemeyer. / Ricardo Solís

Saúl Fernández

Saúl Fernández

María Jesús Folch, que es conservadora en el Intituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), no puede ocultar la admiración que siente por la vida y la obra de la pintora Juana Francés. Que es, precisamente, la protagonista de la exposición que acoge la cúpula del Niemeyer desde ayer mismo y hasta el próximo 2 de junio y que la propia Folch coordina con devoción ahora que se cumple el primer siglo del nacimiento de "la única mujer" del grupo artístico "El Paso", aquel que abrió las ventanas de la dictadura franquista para que entrase aire fresco y moderno en la cultura de la posguerra. Con huellas del expresionismo norteamericano aún antes de conocer aquel movimiento pictórico que tanto nuevo aportó a la vida.

María Jesús Folch, ayer, tras el atril durante la presentación de la exposición de Juana Francés. | Ricardo Solís

Un aspecto de la exposición de Juana Francés. / Ricardo Solís

La exposición de la cúpula del Centro Niemeyer llega desde la sede alcoyana del IVAM. Folch explica que tiene una excusa redonda: el primer centenario del nacimiento de la artista. Y es que, luego lo reconoce, sí, "se la echaba de menos" desde hace años (murió en 1990). "En Asturias se montó una exposición conmemorativa en 1993, es decir, hace treinta y un años. En Alcoy desde 1985 no había habido una exposición grande de Juana Francés. Desde su fallecimiento, no se le habían dedicado muestras especiales", cuenta María Jesús Folch minutos antes de la ceremonia inaugural. La presencia de Francés en el grupo "El Paso" fue importante y casi crucial, a pesar de que este colectivo de artistas sólo estuvo junto tres años y Francés, nada más que nueve meses.

El Niemeyer monta la antológica que "se echaba de menos de Juana Francés"

María Jesús Folch, ayer, durante la presentación de la exposición de Juana Francés. / Ricardo Solís

En un principio, lo formaron Rafael Canogar, Luis Feito, Juana Francés, Manolo Millares, Manuel Rivera, Antonio Suárez, Antonio Saura y el escultor Pablo Serrano. Todos ellos expusieron en 1957 en la Librería-Galería Buchholz, en Madrid. "Democráticamente", explica el coleccionista de arte –especialista en "El Paso"– Fernando Fernán-Gómez, "decidieron expulsar a Francés, pero también al asturiano Antonio Suárez. En solidaridad, también se fueron Pablo Serrano, que era la pareja de Francés, y Millares, que era amigo de Suárez. Un poco después, Millares volvió, pero por la puerta de atrás. Y se incorporaron Manuel Viola y Martín Chirino".

"La categoría de Francés es emnorme, pero no sólo por ser mujer, su obra destaca incluso técnicamente, por cómo trabaja la materia: a diferencia de otros pintores contemporáneos suyos, no se ha movido ni un grano de arena de sus cuadros", destaca Fernán-Gómez. Y es que Francés, como explica Folch, más que compone, "siembra" cuadros. "Su materia preferida era la arena de río", apostilla. Pero su obra contiene monedas, cerámica, plásticos... Y muchos, "bajorrelieves". En la muestra, Folch recorre la carrera artística de Francés desde su temprana juventud, cuando se movía por un cierto realismo y hasta que se sumergió en el informalismo que iba a definir su evolución posterior. Sus cuadros se vieron en Venecia, en Nueva York, en Sâo Paulo...

Y también apunta logros vitales desconocidos para esa época: "Se fue de casa al poco de terminar la Guerra detrás de un soldado. En Madrid se formó en la Real Academia de San Fernando. Daniel Vázquez Díaz fue su profesor de la técnica encáustica... Fue pareja de Pablo Serrano, de hecho, buena parte de su obra se fue a su museo en Zaragoza, al Reina Sofía, al IVAM...", resume.

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